BANEA EL
MACHISMO, REFRESCA TU ALGORITMO, FRENA LAS VIOLENCIAS
Carmen Ruiz
Repullo
IES Pedro Mercedes, Cuenca
La invitada es socióloga,
experta en prevención de violencia machista, profesora en la Universidad de Granada. Hoy ha estado con parte de mi alumnado en el instituto público donde trabajo.
Comienza su
charla al alumnado advirtiendo que se trata de conocer la
adolescencia. En esta etapa, hoy, las imágenes, memes, stikers y oros contenidos
de los móviles están creando valores que normalizan la violencia de género ya
sea con humor, insultos o con mentiras.
Carmen
diferencia entre el discurso hamburguesa y el discurso paella, siendo el
primero el propio de la adolescencia porque se tragas sin pensar y produce
placer inmediato, frente al de la paella que representa tener tiempo de
diálogo, informarse con datos verídicos, buscar otras fuentes y reflexionar.
Actualmente
se consigue silenciar temas como la violencia de género al considerarlo algo
innecesario, muy manido y próximo a ideologías de izquierdas que se desprecian
sin más. Esto es peligroso ya que se acepta una falacia como argumento.
Concretamente la falacia ad hominen,
afirmando que como es algo de lo que hablan las feministas, las personas de
izquierdas no tiene valor ni interés, despreciando a la vez una ideología y un
asunto que buscan conseguir la IGUALDAD entre mujeres y hombres.
La socióloga
aborda el tema de la sexualidad dejando claro que es un deseo y no un derecho.
Comienza por exponer con ejemplos muy claros la pornosocialización, fenómeno
anterior a la pornografía.
Cuenta cómo
en su generación, las mujeres de clase social trabajadora estudiaban para ser
algo en la vida, mientras que hoy explotan su cuerpo haciendo de su capital
sexual lo que antes hacíamos del capital cultural y educativo.
Desde la
infancia se educa a las niñas con muñecas hipersexualizadas, solo son guapas.
De hecho la edad de las mujeres que deciden hacerse cirugías estéticas está
bajando. Luego, cuando comienzan a usar el móvil reciben algoritmos de
cosmética como GRWM (ARRÉGLATE CONMIGO) y compras impulsivas (me lo quedo o lo
devuelvo). Se va produciendo un doble modelo de ser chica, una tipo RORRO o PIG
ME GIRL (dedicarte por completo al servicio del novio, esposo e hijos) y las otras en donde se incluye la gordofobia o feminacis.
Estos discriminan al grupo de las otras produciendo acosos y otras violencias que dejan huella para
siempre en el psiquismo de las personas.
La
sexualidad en los chicos supone ser fuerte, homófobo, invulnerable, competitivo
y exigirlo ser siempre, en todo momento y lugar. Aparecen riesgos de absentismo
escolar, accidentes de tráfico, delincuencias, suicidios, consumo de drogas y
ahogamientos mucho mayores que en las chicas porque la cultura normaliza el
modelo de hombre con estos atributos.
Finalmente, Carmen expone las narrativas del amor con el esquema de una escalera cuyos peldaños
suponen formas de violencia más o menos explícitas pero violencias igualmente que suben de intensidad y grados de violencia y dominación.
Controlar, aislar, chantajear, culpar, violar, golpear, escupir, insultar, como
si metiéramos una rana en una olla con agua que poco a poco vamos calentando
sin que la rana pueda escapar una vez que el agua está hirviendo.
El lenguaje que usa Carmen es entendido perfectamente por el alumnado porque es el que usa entre sí. Además usa tecnicismos que comparten los adolescentes como sexpreading, sextorsión, grooming, ciberstalking, ciberflashing, packs, slut shaming o deep nudes. Todos son habituales a través de las redes sociales y todos son delitos que cometen y ver cometer sin denunciar, porque denunciar esto también está mal visto y no pertenece al modelo de masculinidad y feminidad que hoy se impone.
Estaría bien
repetir charlas así cada poco tiempo, al menos podríamos acercarnos un poco al nivel de repetición de mensaje machista y patriarcal que el alumnado recibe
desde su móvil constantemente.
El lenguaje no verbal de mis alumnas hace pensar que se han podido ver reflejadas en los numerosos casos que ha ido introduciendo la socióloga a modo de ilustraciones. También el mis alumnos, jocoso unas veces y serio otras.
Tras esta charla ya saben cómo se empieza con la violencia machista y hasta dónde se puede llegar si nadie lo denuncia o frena de algún modo. La educación pública se ocupa del bienestar de la ciudadanía, de lo contrario sería un fraude. Esta actividad escolar lo ha hecho.
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