lunes, 29 de enero de 2024

EL SER HUMANO COMO ANIMAL

 EL SER HUMANO COMO ANIMAL

Por qué no encajamos del todo en la naturaleza

Markus Gabriel, Ediciones Pasado y presente, 2023


Este ensayo se divide en tres partes y una introducción. Defiende la posibilidad, más que necesaria, de una Nueva Ilustración que partiendo de un concepto de ser humano natural y espiritual, practique la ética del desconocimiento, algo así como una revisión actualizada del proyecto de habitante de la Tierra del siglo XVIII, teniendo en cuenta los avances de las ciencias desde entonces y el estado actual del progreso y el retroceso moral que hemos llevado a cabo, y seguimos llevando a cabo con el turbocapitalismo de hoy (pág. 274-275), con el uso y mal uso de las tecnologías más variadas.

Adopta una visión occidental del papel del ser humano en el planeta, de lo que ha investigado la ciencia occidental y de las consecuencias de las decisiones ético-políticas más conocidas de los últimos doscientos años. En todo momento contextualiza sus propuesta en el presente, muchas veces con la pandemia como escenario que conocemos a nivel mundial. Otro caso archiconocido sobre lo que sabemos y lo que debemos hacer tiene que ver con internet y los vicios epistémicos (pag.307) que consisten en consumir noticias de manera desmedida y constante en las redes sociales. Así que resulta muy cercano cuando usa estos ejemplos constatables por cualquiera para apoyar su argumentación. De hecho, el libro está plagado de ejemplos similares, de filosofías de autores clásicos del ámbito europeo, de tecnologías médicas, de problemas ecológicos y hasta de cuestiones lingüísticas que tienen que ver con los derechos y la igualdad. Se percibe un alto nivel de cuidado al transmitir su mensaje, para que no haya dudas y nadie quede excluido del significado de su propuesta. Esto es de agradecer.

Su análisis es de lo más repetido en la historia de la filosofía ya que comienza por responder sobre qué somos para llegar a cómo debemos vivir bien, un orden epistemológico seguido desde los griegos hasta el siglo XX cada vez que se ha querido presentar una crítica y sus alternativa al estatus quo dominante en la relación a las cuestiones humanas. De ahí que empiece tratando la animalidad en el ser humano y la espiritualidad que le es constitutiva, para centrarse después en el sentido de la vida y poder acabar con una nueva ética que se haga cargo del momento actual, mereológicamente hablando.

Como su análisis es clásico, cualquiera podría discutirle afirmaciones radicales sobre la naturaleza, las ciencias, la sociedad y la moralidad, incluso usa la negrita para destacar cierta terminología y los entresacados centrados en cursiva, facilitando, aclarando, la comprensión de lo que escribe.

No le falta razón al proponer un tratamiento holístico de la ética, teniendo en cuenta que siempre habrá aspectos que no podamos considerar por que los desconocemos ahora y nunca podremos saberlos (pág. 312 humildad epistémica), como tampoco podremos dominar ni domesticar la naturaleza ya que es incontrolable. Aceptar esa dosis de humildad, otra vez, nos pondría en la situación propicia para seguir buscando cómo vivir mejor a la luz de lo que sabemos y no sabemos en pleno siglo XXI. Resultan de lo más conveniente las alusiones al Principio de Responsabilidad de H. Jonas especialmente en relación a nuestra huella ecológica y el significado de antropoceno respecto al cambio climático.

Resulta estimulante la contundencia con que afirma el papel de las ciencias, de las religiones, de las políticas, con ejemplos en ocasiones que tienen nombres propios, porque podríamos discrepar, sin embargo, si se siguen unas mínimas condiciones semánticas que ofrece en la primera parte, resulta muy fácil aceptar lo que sigue, ya dentro de su universo de discurso del nuevo realismo.

Cierra con la ética del desconocimiento como conclusión lógica del razonamiento mantenido a lo largo del libro, breve, concisa, para poder llamarnos sapiens, transmitiendo la necesidad de esta idea dado el estado de nuestro paso por este mundo. Aunque parece idealista, como se acerca tanto a la realidad con los numerosos ejemplos actuales de todas las partes del mundo, consigue suscitar interés al mostrarla fácil, deseable, incluso urgente.






domingo, 28 de enero de 2024

NEW SOCIAL EXPERIMENT

NUEVO EXPERIMENTO SOCIAL


No deberíamos hacer cualquier cosa por el mero hecho de que podemos hacerla...es un principio básico de la ética democrática, la que soporta a los estados sociales y democráticos de derecho, sin embargo, hay gente que todavía no lo tiene claro y afirma que se deben hacer si se pueden, algo así como que el fin justifica los medios, ya sea espiar, cobrar comisiones o mentir, todo lo que se pueda con el fin de obtener beneficios particulares.

Con este experimento se pretende constatar qué cosas seríamos capaces de hacer sabiendo que no deberíamos, que con ellas estaríamos saltándonos las normas, favoreciéndonos y haciendo daño a los demás. Me temo que es algo bastante habitual entre ciertos colectivos del poder, supongo que ya estarás pensando en alguien en concreto...

Nos jugamos nuestra ética, nuestros principios básicos sobre el comportamiento deseable, conveniente, justo, adecuado y preferible. Los motivos son innumerables pero hay uno clave, el respeto a los demás.

Responde más abajo, sinceramente a:

¿Tú qué harías sabiendo que NO deberías hacerlo?

¿Tú qué No harías sabiendo que deberías hacerlo?

SEMPERE DANZANDO

 SEMPERE DANZANDO


El espectáculo estaba garantizado porque los elementos de partida eran de calidad. Bailarines, música y artes plásticas sobre el escenario del Auditorio de Cuenca, anoche.

En algún lugar de la cabeza la escultura Latido insistía en estar presente todo el rato...por cierto, a la salida, una amiga me dijo que temporalmente no está en el Museo Abstracto, Casas Colgadas, pero cuando la traigan cualquiera que la vea, si no la ha visto ya, entenderá a mi cabeza. Otras obras de Sempere también eran evocadas corporalmente, musicalmente y luminosamente en el teatro anoche como las de la sala blanca del mismo museo conquense.

El contrabajo, la guitarra, la percusión y la música electrónica marcaban el ritmo que bailaban seis mujeres y un par de hombres contorsionándose y mecanizándose durante una hora sin parar. Las estridencias musicales, metálicas, chirriaban para forzar los movimientos corporales. Cómo la música se puede oxidar y dificultar los movimientos es algo que pudimos comprobar asistiendo a la maravilla de luces, sonidos y cuerpos que nos presentaron la compañía de danza alicantina. Eran ejercicios individuales, en pareja y en grupo, sincronizados casi siempre y rompedores a veces, bellos, atrayentes y estimulantes para quienes veíamos robots, humanos y ciborgs por momentos.

Las artes plásticas pertenecen a esa categoría de la cultura humana que es universal, transversal y tremendamente cercana, sin separaciones, sin exclusiones, artes que contienen todos los elementos y los que no están pueden estarlo si se quieren trasladar expresiones, significados y emociones. La escultura y pintura de Sempere tiene ritmo en el  cuerpo humano. 

Precioso montaje, austero y complejo, AUDIOVISUAL, sobre contenidos de museos en los que rara vez se toca música y se baila. Anoche el Auditorio de Cuenca era un museo, musical y danzarín. Estupenda y original manera de conmemorar el centenario del nacimiento de Eusebi Sempere por parte del Museo de Arte Contemporáneo de Alicante.



INFORMAR O EXPRESAR

¿DICOTOMÍA DOCENTE: INFORMAR O EXPRESAR?



Es un lugar común, que cualquiera puede corroborar, que las emociones protagonizan nuestros aprendizajes, digo los que aprendemos los humanos. Todo el mundo recuerda haber jugado en su infancia y las destrezas de aquel juego las ha aplicado en su vida en infinidad de ocasiones, más o menos análogas al juego. Sin pasión es difícil dedicarse a enseñar y sin interés a aprender. Nos empeñamos en salvar todas las dificultades, especialmente, en la educación pública, pero estos dos elementos son los cimientos sin los cuales es imposible enseñar y aprender.

En el programa de radio A vivir que son dos días de la Ser, Juanjo Millás explicaba a Javier del Pino cómo es fundamental la diferencia entre informar y expresar a la hora de escribir. Él mismo lo enseña en los talleres de escritura. Según le estaba oyendo no he podido evitar llevarlo al terreno de la docencia para asentir a todo lo que decía en favor de la expresión frente a la información.

Tal vez, por defecto profesional, entre docentes hablamos más de explicar y comprender. De hecho hay muchas otras parejas de palabras que pueden expresar esa dicotomía que mencionaba Millás, porque hay muchos trabajos y espacios culturales en los que nos hacernos cargo de la situación de la que se trate, ya sea cómo es un personaje o cómo fue una guerra, es la clave para el entendimiento. Incluso en las ciencias se distingue entre el contexto de justificación y el de descubrimiento.

Estaría bien que las administraciones públicas tuvieran en cuenta cómo funciona el cerebro humano cuando planifican y ordenan la educación pública, las materias, la carga lectiva, los calendarios, las ratios, el acceso a la función pública, y, especialmente, la posibilidad de expresarse porque la información, sin más, se puede encontrar en otro sitio, no solo en las aulas.

Estos días de noticias sobre el informe PISA, sobre las agresiones a docentes, las bajas por depresión del profesorado, el acceso para enseñar profesionalmente, deberíamos tener en cuenta esta pequeña distinción que, hoy, me ha llegado desde la radio a través de un escritor que se mueve, como pez en el agua, entre la ficción y la realidad (la no ficción, dice él) para saber qué se transmite y qué no, qué comunica mejor y qué no y, por tanto, qué se enseña y aprende mejor y qué no.

La información es una cuestión de memoria que perdemos fácilmente. La expresión es una cuestión que se queda en el inconsciente, que nos hace entender, que podemos relacionar y engarzar con otras expresiones, que la hacemos nuestra porque llega a un terreno donde ya hay algo y se acomoda porque conecta. Luego aparece cuando se la busca y también cuando no, por eso lo que aprendimos hace mucho tiempo está ahí, con sus emociones, casi intacto, renovado, experimentado y enriquecido mil veces después y versionado según las circunstancias de cada cual.

Por otra parte, quien se dedica a enseñar cualquier cosa, habrá comprobado esto. Nadie se planta delante de la clase para dar datos e informar como si estuviera en un telediario y nadie se sienta en la clase a escuchar noticias como si fuera un espectador de la tele sin más. La clase, el contexto, exige que allí ocurra algo parecido a enseñar y aprender. Creo que en una novela, en las que yo leo, pasa algo parecido aunque no lo mismo. El contexto propicia que sea la expresión y no la información lo que nos enganche en ambos casos. Tal vez por esto, el gobierno quiere dedicar más recursos a la lectoescritura y a las matemáticas tras comprobar los niveles que sobre estas destrezas tiene la población joven.

Me resulta tan gratificante coincidir con el escritor valenciano, aunque sea en lo obvio, que me lleva a afirmar que nunca seremos sustituidos por máquinas quienes nos dedicamos a educar y quienes se dedican a escribir, es una sensación que quería expresar por aquí.

jueves, 25 de enero de 2024

O CORNO

 O CORNO

Jaione Camborda, 2023


Primerísimos planos, intención de que se pueda captar la intensidad sensorial de los hechos que presenta, años setenta entre Galicia y Portugal al rededor del Miño, mujeres bordeando la existencia siempre en la sociedad machista que controla todos los ámbitos de la vida, ya sea privada o pública, especialmente de mujeres pobres, migrantes, así vivan en lugares remotos de los que nadie ha oído hablar jamás. Estos son los elementos fundamentales de una historia que es la historia, que podría haber sucedido en cualquier otro lugar de España incluso años después.

La cámara nos sitúa en una posición psicológica desde el primer segundo. Los personajes, mujeres que dan a luz y que no dan a luz, representan a la población que se busca la vida sin más recursos que su propio ingenio para aceptar las circunstancias y sobrellevarlas lo mejor posible. Nunca reconocidas, más bien, maltratadas, salen a delante como sea gracias a una red invisible de apoyos mutuos.

El nacionalcatolicismo campa a sus anchas por la geografía física y moral llegando a todas partes. Una mujer que vive sola, que trabaja en lo que puede como asistir a partos o mariscar, joven, resulta, discreta, vive un par de episodios, uno desgraciado y otro deseado, que le cambian la vida. Cómo se llevan a efecto estos cambios es la trama de la película, en dónde suceden y con quién.

Quien menos tiene suele ser más generosa. Aparece la solidaridad, en un momento en que la palabra ni existe en el vocabulario de la mayoría de la gente, y consigue alegar el presente de la protagonista, incluso esperar un futuro amable, al menos llevadero.

Las mujeres de todos los lugares cambian el mundo, pero sufren lo indecible para lograrlo. Esta película parece un homenaje a todas ellas, las que fueron, las que son y las que serán.

Resulta estimulante ver la película en versión original y subtítulos para personas sordas, especialmente por los atributos que se añaden a los momentos en que aparece la música tales como inquietante, dramática y otros. Creo que nunca habría calificado así la banda sonora, sin embargo, ahora que los he visto, en la esquina derecha de la pantalla, arriba, me parecen muy adecuados, precisos.

Es una gran película, hecha de manera original por la duración de las escenas más emocionales, más sensitivas, cuidando cada palabra y sobre todo cada silencio. Hay momentos en los que casi resulta un documental sobre la naturaleza, humana, aunque inmediatamente aparece la parte cultural que aporta la manera que tenemos de estar en el mundo. La directora nos la muestra muy bien y el elenco de actrices también.

miércoles, 24 de enero de 2024

ARIEL GURRUCHAGA

ARIEL GURRUCHAGA

Un país para escucharlo, La 2, rtve, 23/01/24  


En su cuarta temporada, anoche fue Donosti una de las escalas musicales del programa. En realidad, fue el final del programa porque el camino conducía a la canción Corazón de neón, que en los 80 compuso Sabina y que la Orquesta Mondragón ha popularizado desde entonces. La versión que interpretó Javier Gurruchaga y tocó Ariel Rot fue maravillosa. Se puede ver en el siguiente enlace: 'Corazón de neón' de Javier Gurruchaga - Un país para escucharlo (rtve.es)

A veces, en las charlas que tiene Ariel con las bandas o solistas de los lugares que recorre hay una distancia, tal vez generacional, que tiene que ver con el vocabulario y el modo de expresarse, incluso el lenguaje no verbal refleja cierto alejamiento. Sin embargo, con Javier sucedió todo lo contrario, tras el abrazo del encuentro, la comunicación fluía con naturalidad, las palabras estaban a la misma altura, el mensaje se digería boca oreja a la vez. La sintonía musical suponía también cercanía y camaradería personal, que transmitían sin necesidad de nada, simplemente, espontáneamente, naturalmente.

Creo que la canción me parece tan bonita por ser ellos quienes la cantan, por estar en una situación musical idónea respecto a lo profesional, lo personal. Eso es, la profesionalidad les sale por todas partes y la versión es un juego y un trabajo a la vez.

Ya sé que una ve lo que quiere ver...y oír. ¡Qué bueno que vi el programa anoche!





domingo, 21 de enero de 2024

EL CORREO

 EL CORREO

Daniel Calparsoro, 2024


Parece que nuestra cultura se empeña en afirmar, una y otra vez, nuestros errores sociales más graves. Como si fuera imposible eliminar la raíz de la corrupción política, el germen del abuso de poder y las circunstancias que favorecen que haya una juventud dispuesta a todo por conseguir dinero sin trabajar, ese verbo que supone a muchos un auténtico sarpullido moral.

Calparsoro presenta un trozo de nuestro pasado más reciente, es decir, de ayer, para que podamos entender lo que somos hoy mismo, pero solo si queremos entenderlo, claro, es una película no una sala de los Tribunales de Justicia ni el Congreso de los Diputados. Por esto, cuando haya elecciones, por ejemplo en Galicia, mucha gente seguirá votando a partidos y a personas corruptas, creo.

La trama es real como la crisis económico del presente siglo, esa que se negaba en 2008 y que estalló en la cara de millones de españoles que se vieron con deudas ingentes a los bancos y en el paro. 

Todos los elementos sociales, personales, aparecen reflejados en los personajes. Están todos, los buenos y los malos, estos últimos, al ser los protagonistas, están más tiempo y los acabamos conociendo más. Hay una clara intención por parte del director en hacer un ejercicio didáctico, pedagógico, para que nos quede totalmente claro por qué en España pasó lo que pasó y por qué sigue pasando. No obstante, si alguien solo ha visto una película como cualquier otra, en los títulos de crédito finales se nos aclara el mensaje sin rodeos, ya que aparecen fotos y vídeos de nuestros políticos corruptos y los nombres de numerosos casos judiciales que han protagonizando personalmente y realmente. Ninguna duda.

Para no destripar nada, solo diré de la trama que no hacen falta paraísos fiscales para defraudar, que simplemente con que existan personas que hacen de correo es suficiente. Bruselas, Madrid, Marbella, Zúrich, a ratos, vía China, 3%, todo en maletines de negocios, en hoteles de lujo, en chalets y barcos de la jet set. Pero además, con un origen humilde, con un protagonista sin estudios, ambicioso, con las ideas claras sobre lo que espera si trabajas honradamente toda la vida porque lo ve en casa, en el barrio, en Vallecas. El origen cuenta, determina, forma parte de ese "ascensor social" del que tanto se habla para referirse a la juventud actual, esa que tiene sueldos precarios y no puede irse de cas hasta los treinta.

Está contada con tiralíneas, es un eje cronológico literal, así nadie se puede perder. Las referencias a la realidad son tan claras que no hay que hacer el más mínimo esfuerzo por reconocer la vida de los último veinte años. Quienes imaginamos el lujo y el desenfreno, la inmoralidad y los excesos, vivir sin límites de ningún tipo, sin escrúpulos, nos imaginamos lo que vemos en la película.

Técnicamente está muy bien, la música es un personaje más, como los primeros planos, todo compone el perfecto escenario de nuestra más reciente historia, la que nos conforma ahora y genera nuestro presente. Es todo un placer asistir al cine para aprender, para reconocernos porque no es fácil asumir lo que nos pasa y lo negamos o minimizamos, desconfiamos de la información mediática que muchas veces es poca y manipulada, así que películas como esta, presentadas en el arte audiovisual consiguen ajustar nuestras neuronas para que tomemos conciencia. De la ficción a la realidad, y viceversa...¿y ahora qué? Calparsoro nos interpela al ponernos un espejo enfrente.

miércoles, 17 de enero de 2024

HILILLOS, BOLILLAS...PPILLOS

 USO DE DIMINUTIVOS PARA REDUCIR LA REALIDAD


Otra vez la imagen de voluntarios en las playas gallegas...

Con lo claro que aparece en la viñeta de Miki y Duarte, todavía seguimos teniendo unos políticos que minimizan los efectos del accidente en aguas del Atlántico. Están acostumbrados al uso de los diminutivos para tratar con las cosas que no les importan, sean las que sean, así con la corrupción o con el medio ambiente, es decir, con asuntos que tienen consecuencias en las vidas diarias de la ciudadanía española.

M. Rajoy, sí: M. Rajoy, hablaba de "hilillos" de petróleo en los vertidos del Prestige y el actual presidente de la Xunta Alfonso Rueda dice "bolillas" de pellets en las playas gallegas. Piensan que así evitan el problema, al menos lo que evitan es intervenir en la solución. Pero les va bien y esto es lo sorprendente. Son parte de esa cultura que  prefiere quedarse con las subvenciones a proteger el futuro, son de esa clase de gente que prefiere pan para hoy y hambre para mañana, de esos que se lo llevan crudo cuando el resto no tiene nada, incluso de los que mienten ante cualquier medio y en cualquier ámbito hasta que la policía y los jueces les pillan delinquiendo.

Usan martillos para destruir discos duros de ordenadores y usan palabras en diminutivos para referirse a la realidad del mar gallego.

Ojalá no sigan engañando más. Ojalá el nunca mais se instale de una vez entre las personas de Galicia y empiecen a exigir llamar a las cosas por su nombre, mostrar al hablar la realidad sin desvirtuarla o manipularla hasta transformarla en algo que no es.

Las palabras son el vehículo del pensamiento, así que usar unas u otras nos posiciona en el mundo, nos hace estar y ser de una determinada manera. Y si no que se lo pregunten a tantas y tantas personas discriminadas por sus capacidades diferentes que, esta semana, celebraban que al fin en la Constitución española se eliminara el término "disminuido" para referirse a ellas.

ALARGANDO EL OTOÑO...EN CUENCA

 RUTAS PERIURBANAS CONQUENSES



Sin salirse del asfalto en el Barrio del Castillo, salen varias sendas a la Hoz del Huécar, por los hocinos, a una altura intermedia entre la propia carretera a Buenache y la de Palomera. Esa línea intermedia, la de la generación de farallones que siguen escalando como en otoño. Esa línea que permite acceder a las viviendas de montaña al lado de la ciudad porque tienen agua y luz próximas. Por el camino o esa línea divisoria, transcurre el acueducto que marca la posibilidad de vivir o no a ese lado de la urbe.

El paseo puede ser corto y ya se captan los pliegues rocosos que se encuentran delante, formaciones en arco, en perpendicular, redondeadas...y en frente, la ladera del monte Socorro que protege al Parador de Turismo ofreciendo estratos de colores verde pino y gris caliza.

Dice Markus Gabriel que nunca somos meras observadoras pasivas del acontecer de la naturaleza, que establecemos interacciones con lo que percibimos, algo así como que dejamos huella en aquello que captamos a través de nuestros órganos sensoriales. Desconozco cuál es el efecto en las rocas, en las plantas y en la fauna de este cercano y extraordinario paisaje conquense que hay producido mi presencia en él, desde luego, lo que sí sé es el maravilloso efecto que él ha producido en mi. Días después de hacer la ruta sigo pensando en ella, hablando de ella y hasta estoy escribiendo sobre ella.

Tal vez el paso del tiempo consigue hacer que nuestra sensibilidad cambie, y se encuentre a gusto en espacios naturales como este, disfrutando y recreándose con los estímulos que ofrece a todo nuestro cuerpo, pero especialmente, a toda nuestra mente.


Como la temperatura es suave, a pesar de estar en enero, el paseo resulta muy agradable. A veces caminar con compañía hace que apreciemos el camino y todo lo que hay en él de otro modo, más detallado y completo. Supongo que después de estas necesarias lluvias, volver a recorrer estos rincones naturales será todo un espectáculo sensorial. 



lunes, 15 de enero de 2024

GRACIAS IRENE

 GRACIAS IRENE VALLEJO


Hacía mucho tiempo que no compraba la prensa con el deseo de leer un artículo en particular. Cada vez que Irene escribe en periódicos de tirada nacional, generalistas, y caen en mis manos me suscita el gusto por la lectura, por la escritura y, lo que considero más importante, por la reflexión sobre la realidad actual, sobre lo que acontece a mi alrededor y que yo misma contribuyo a crear.

A través de ir y venir a los clásicos, a los mitos, Irene es capaz de mostrarnos el presente con una perspectiva clásica, con un conocimiento antiguo, familiar, de toda la vida, consiguiendo con ello la inmediata y necesaria implicación en los hechos que está narrando.

Muchas veces uso sus textos, breves, claros, para mis clases de filosofía en bachillerato. Son perfectos para gente adolescente que no sabe aún pero tiene todas las capacidades para saber. Son ideales porque con un vocabulario preciso y precioso muestran un modo de acercarse al mundo fácil y a la vez profundo. Las conexiones que plantea con el mundo clásico, el de Grecia y Roma antiguas, sirve para apreciar mejor las cosas, porque la distancia temporal, espacial, es útil a la hora de tomar perspectiva propia, de situarse ante la vida y poder entrar con pasos propios.

Los textos de la escritora nos ponen en un lugar y nos animan a actuar. Colocarse, tomar posición, ocupar unas ideas, practicar unos valores y relacionarse con los demás es la sempiterna tarea humana que no siempre nos sale bien por mucha experiencia que tengamos. Por esto, la edad, a la hora de leer a Vallejo, no es relevante, más bien es la actitud de dejarse llevar por las palabras que conectan los tiempos y los lugares con las decisiones y actos presentes de cada cual.

Hoy, que apenas se aprecia el valor de la comunicación a fuerza de comunicarnos más que nunca, resulta muy estimulante leer a Irene Vallejo y comentar sus propuestas, de hecho leerla en voz alta ayuda a imaginar y a sentir las situaciones que describe, a los personajes que aparecen y nos acerca a ellos, o tal vez, nos acercamos quienes la leemos a ellos.

Reconozco que saber tutear a los clásico es toda una ventaja para entender el presente, aunque no sea fácil merece la pena intentarlo e Irene lo hace muy bien por lo que leerla resulta no solo placentero sino oportuno, captamos un sentido de las cosas que las hace entendibles, reconocibles, cercanas, ya sea una guerra o un desahucio, las diferentes injusticias humanas que provocamos a diario o las maravillas artísticas que somos capaces de crear.

El periódico ha cobrado un nuevo sentido desde escribe Irene en él, espero cada domingo poder leer sus ocurrencias literarias que son ocurrencias de nuestras vidas. Gracias semanales...
Ver El País del 14 de enero de 2024

jueves, 11 de enero de 2024

MONSTER

 MONSTER

H. Kore-eda, 2023


Qué complicada es la infancia en todas partes, la que se acaba y da comienzo a la adolescencia. En la familia, en el colegio. Nuestra experiencia nos hace ver la vida de los protagonistas como algo evocador del pasado, sin embargo al presentarse sus vidas desde la óptica de los adultos que les rodean ya no es posible apreciar la mera infancia sin más.

Dice Marina Garcés, en el epílogo del librito de Chimamanda Ngozi Adichie El peligro de la historia única, que los cuentos orientales no son lineales, que se cruzan las historias de manera que no acaban nunca y eso los convierte en cuentos muy originales para nuestra cultura occidental, en la que hay comienzo nudo y desenlace de las historias contadas.

En esta película pasa justo lo que dice Marina de los cuentos orientales. Hay historias enlazadas que ofrecen puntos de vista distintos, hasta el punto de hacernos cambiar de idea sobre cómo son los protagonistas y los adultos que les rodean. Parece que sucede algo pero minutos después tienes la certeza de que ha sucedido de otro modo, así que quien parecía la víctima acaba siendo otro cosa.

En ese entrelazarse de historias, los personajes van y vienen aportando valores a su identidad, dejan de tener un único atributo y pasan a ofrecer posibilidades, lo que resulta más entretenido como espectadora ya que te ves obligada a cambiar de idea sobre quién es quién y qué papel juega. 

El tiempo es la clave. Los hechos suceden en un presente que se recrea varias veces, en el mismo escenario, solo que la cámara muestra la perspectiva de personajes distintos en la misma escena. Es bastante poliédrico. De hecho el final sucede pero podría haber continuado, ofreciéndolo desde otro punto de vista de cualquier otro personaje que no fueran los niños.

Resulta entrañable ver cómo los diferentes roles sociales asumen sus actos, por ejemplo la directora su reciente experiencia personal, el profesor su manera de enseñar, la madre su implicación en la educación de su hijo, los niños ocultando y exhibiendo sus identidades en función de la presión del grupo. Todos aportan cierto misterio, confusión, y dan sentido a la acción, ya suceda en el despacho de la dirección del colegio o en el vagón de tren abandonado en el bosque.

Los actores son muy creíbles, la música oportuna y la cámara juega muy bien con nuestras certezas y dudas todo el rato. Reconozco que me alegro al saber que los personajes no son lo que parecen al principio y que acabo reconciliándome con todos y cada uno.

¿Qué es lo que finalmente acaba pasando? tras la tormenta sucede la calma, aunque puede ser en otra dimensión, total la eternidad es un modo de entender la vida, así se puede seguir entrelazando con otras vidas, pasadas, presentes y futuras. ¿Qué pasa al final?

Es muy buena.


jueves, 4 de enero de 2024

VIRUS Y TV

 VIRUS Y TV


Como están pegando fuerte los virus pasamos mucho tiempo en casa, al calorcito, concretamente en el sofá, horizontales, sin muchas cualidades afinadas, sobre todo las intelectuales porque la fiebre y el cansancio hacen mella. Tenemos el mando de la tele cerca y acabamos por conectarla, entonces descubrimos lo que ponen que no solemos ver...

Una de las mejores meteorólogas de la pública está presentando un programa de los llamados de entretenimiento, es decir, de los que aparecen mil cosas distintas en poco tiempo, sin conexión entre ellas, sin explicación o reflexión alguna, solo un encadenamiento de comidas en diferentes lugares con personas felices que preguntan, cocinan y comen. Me parece deprimente y ridículo a la vez, justo antes del telediario, como aperitivo, picoteo de nada que prepara las cabezas anestesiándolas no vaya ser que alguien pudiera pensar que la tele también sirve para analizar algo de vez en cuando. De hecho, los programas serios van a La 2 por la noche muy de noche. Con esta lógica van tirando hasta que tenemos virus y la rompemos, ponemos la tele por la mañana y dormimos por la noche descubriendo lo que hacen cada día.

Supongo que antes de las 15:00 horas quienes ven la tele cada día no suelen tener estos virus triples que estamos sufriendo ahora y se tragan programas como este sin rechistar, o tal vez no los vea nadie...

Tengo el convencimiento de que si alguien es buena en algo que domina, que lo ha estudiado, que hasta lo enseña con éxito, debería seguir en ello, incluso crecer en ese ámbito. Desconozco los motivos que han llevado a la meteoróloga a dejar la presentación del Tiempo para presentar el popurrí antes del telediario, pero ni con fiebre me encaja ahí.

Por cierto, las personas que ven la tele por la mañana, por lo que sea, tienen capacidades que pueden ser estimuladas fácilmente con programas de interés diverso como el arte, la ciencia, la entrevista o el debate, en cualquiera de sus múltiples contenidos concretos y posibilidades audiovisuales. Se les puede transmitir información de cierto nivel, con vocabulario técnico, varios puntos de vista, hechos contrastados, fuentes fidedignas, en fin, se les puede tratar bien, respetando su inteligencia sin infantilizarlos constantemente.

Estaría muy bien que nos informaran sobre las consecuencias reales que tendrá en nuestra vida inmediata y futura ciertas decisiones políticas recientes como no instalar el ATC en Cuenca. Podría generarse opinión con conocimiento, desde la ciencia, la economía, la demografía, etc., por ejemplo.

Hace mucho tiempo que sabemos que somos lo que consumimos, incluyendo la tele que consumimos, por eso sabemos lo que nos sienta mal y deberíamos hacer algo al respecto.

martes, 2 de enero de 2024

NO AL ATC

 ÚLTIMO NO AL ATC


Parece mentira y sin embargo es real. 

Es difícil mantener una lucha año tras año sin ver posibilidades de conseguir el objetivo, pero tras casi 14 años, que se dice pronto, el sentido común, la coherencia del conocimiento científico, la dirección actual de las energías, la necesidad de ser conscientes medioambientalmente, acaban por hacerse un hueco entre tanto abuso de poder y maltrato a la naturaleza.

Nunca tuvo ni pies ni cabeza, fue un empeño falaz, una utilización de la población vulnerable en una región conservadora. Hoy es un ejemplo de esperanza para otras batallas lógicas y justas contra empeños absurdos y egoístas. La España despoblada resiste porque la evidencia científica la avala a pesar de las mentiras de algunos partidos políticos poderosos, corruptos por cierto.

No estábamos locos cuando cortábamos la carretera y nos plantábamos en la plaza de Villar de Cañas, ni al incluir que no se instalase el ATC, en todos y cada uno de los programas electorales, locales, regionales y nacionales de Izquierda Unida. Escuchar sin prejuicios, dialogar con sensatez, mejora la convivencia y pacifica la vida pública. Durante estos años la polarización sobre si o no al ATC ha arrastrado otros proyectos, otros recursos, otras energías personales y regionales que ya no se pueden recuperar. Ojalá todos hayamos aprendido la lección, David puede vencer a Goliat.

La política energética española sigue un camino de desnuclearización, entre otros motivos, porque empezamos a tener energías limpias, renovables en cantidades que poco a poco irán desterrando a las contaminantes, más pronto que tarde. El estado del planeta exige que cada país que pueda actúe urgentemente contra el cambio climático humano, así que proyectemos, entre todos, un hábitat más seguro y saludable para hoy y para mañana, apliquemos el Principio de Responsabilidad y tomemos las decisiones más justas también para el largo plazo.

Gracias al movimiento ciudadano, de mujeres y hombres comprometidos con su tierra, celebramos que el ATC NO SE PONE. ¡Que cunda el ejemplo!