RUIDO FASCISTA EN EL PARLAMENTO BALEAR
El efecto sorpresa todavía no lo tenemos dominado pero ellos sí. Hasta ahora, lo normal en los parlamentos era hablar, escuchar, volver a hablar y escuchar para votar después. Sin embargo lo de hoy en el Parlament Balear ha sido algo inesperado por macarra y falto de humanidad.
¿Se imaginan que a partir de ahora, cada vez que un representante de Vox tome la palabra el resto golpeara la mesa hasta que acabara su turno? Como el resto son demócratas no lo harán y de esto se valen los fascistas, de ser solo ellos fascistas y hacérnoslo saber al resto.
Las personas que mienten no quieren que todo el mundo mienta, entonces no sacarían provecho de sus mentiras. Los fascista igual, no quieren que dejemos de ser demócratas así ellos se aprovechan de todos los derechos y beneficios de un estado democrático para ejercer de fascistas bajo el amparo de la libertad de expresión.
Me pregunto cuánto más debemos de aguantar para inhabilitar a Vox.
Una parlamentaria socialista ha usado un minuto de su tiempo para acordarse del genocidio que continua en Gaza y su grupo y otros de izquierdas le han secundado levantándose y guardando silencio. Pero mientras estaban de pie en actitud de respeto a las víctimas, los de Vox se han puesto a golpear las mesas generando ruido donde debía haber silencio, es decir violencia donde había paz, insulto donde había respeto, inhumanidad donde humanidad.
Lo de hoy en el Parlament Balear es la constatación de la barbarie en tiempos de paz, que se va incrustando por las ranuras y haciéndose hueco hasta en las instituciones bajo la apariencia de partido político al uso, aunque si enseñan la patita no hay duda alguna de que es una bota fascista proveniente del mismo infierno que algo menos de 100 años empezaba a protagonizar los peores días de la historia de España, el infierno franquista cuyos herederos se sientan hoy, sin rubor, en los parlamentos democráticos antifranquistas. Sí, son cobardes, disimulan, mienten, compran, se alían con otros parecidos, todo por conseguir dinero y vivir del cuento, su cuento.
Pienso en quienes estaban de pie callados, pensando en Gaza y sus gentes, cómo han podido soportar el ruido fascista con dignidad y aplomo, cómo han reaccionado sin caer en la provocación macarra y faltona de quienes no saben ni quieren saber que es el respeto, la democracia o la dignidad humana. Todo mi apoyo a las y los parlamentarios baleares demócratas y mi repulsa al fascismo.
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