ESTADO DE DERECHO
Desgraciadamente ya hemos vivido estos episodios antidemocráticos antes. La corrupción de los partidos mayoritarios en España es un hecho que se repite en todas las escalas del poder, más cercanas o más lejanas a la ciudadanía. Siempre hay políticos y empresas jugando sin reglas con el dinero público, ganando cantidades ingentes ilegales, inmorales que impiden la normalidad democrática, y concretamente el bienestar de la gente, en forma de sanidad, educación, vivienda, salarios, comunicaciones, medio ambiente, justicia o seguridad.
La policía nacional es un servicio público, como tal ha de velar por el cumplimiento de las leyes que en democracia son respetuosas con los derechos humanos, por lo tanto ha de perseguir a quienes atenten contra la propia democracia enalteciendo dictaduras, violencias, odios, actitudes fascistas, intimidatorias, que cortan calles gritando consignas franquistas y falangistas. La seguridad no es un factor cualquiera en la vida social. Nuestra normalidad exige poder denunciar, expresar nuestros desacuerdos, manifestarnos y movilizarnos, pero no de cualquier modo, no con cualquier símbolo.
El Ministerio del Interior ha de asumir responsabilidades y actuar, siempre, proporcionalmente a las circunstancias. Hoy estamos en un momento crítico de la política nacional, que como dije más arriba, ya hemos vivido antes, pero nadie salió a las calles con simbología fascista, actitudes violentas y violando leyes como se está haciendo ahora.
Militar la democracia supone defenderla también en estos casos, de los corruptos por supuesto pero también de los fascistas, franquista y antidemócratas. España no merece otra dictadura. Por muy mal que se esté ejerciendo la democracia nunca será mejor volver al pasado franquista. Hay margen de actuación desde los poderes y desde la ciudadanía pacífica.
Acabar con la corrupción no puede pasar por poner en el poder a otro partido corrupto, condenado por los tribunales como corrupto, que sigue corrompiendo y se alía con franquistas, machistas, racistas, xenófobos, homófobos, tránsfobos, que apoyan a genocidas y a quienes ponen aranceles a nuestros productos.
Cuando la democracia está en peligro tenemos que asumir nuestro papel de ciudadanía responsable. Ni un paso atrás. Nunca más.
No hay comentarios:
Publicar un comentario