viernes, 29 de enero de 2021

LOS AMNÉSICOS

 LOS AMNÉSICOS

Historia de una familia europea

Géraldine Schwarz, Tusquets, 2019


Gracias por la recomendación Chema, 
ha sido una lectura muy ilustrativa en muchos sentidos.

La autora, periodista, escribe sobre su familia, sus países (de madre francesa y de padre alemán), su continente y su propia identidad. Al hacerlo escribe sobre el siglo XX en el que la mayoría hemos nacido, crecido y vivido una buena parte de nuestras vidas, por lo que entendemos perfectamente cada contexto que describe, cada situación espaciotemporal que narra, conocemos los lugares y los nombres, nos suenan los protagonistas, hemos leído y estudiado lo que expone.

Esa familiaridad, saber de lo que se cuenta en el libro, hace que el interés sea grande, aunque solo sea por comprobar si se corresponde lo que lees con lo que sabes, con lo que te han enseñado, lo que has visto en el cine y has leído en novelas y ensayos. Lo que nos cuenta Géraldine sobre sí misma, empezando por sus abuelos, sucede a la vez que yo contaría sobre mí misma empezando por mis propios abuelos. Sin embargo, no he leído, todavía, nada parecido sobre el siglo XX español.

Hay luz y conocimiento sobre episodios históricos oscuros y ocultados. Hay afectos hacia familiares y respeto por los hechos. Hay pruebas, datos, demostraciones.

El estado de sufrir amnesia tiene consecuencias horribles, también para una sociedad que se contagia del olvido para no afrontar lo que hizo, lo que consintió hacer. Incluso toda una comunidad internacional actuando con amnesia sobre el nazismo y la arianización, el holocausto, los fascismos, dictaduras, totalitarismos, chantajes, corrupciones, ocupaciones, campos de exterminio, religiones, empresas, leyes y préstamos suculentos, comportamientos inhumanos donde los haya, que siguen apareciendo porque nunca se arrancaron de raíz.

Cuando estamos en los años veinte del presente siglo y miramos atrás, justo hace un siglo, descubrimos un panorama sembrado de circunstancias que, juntas, provocaron decisiones políticas para olvidar, pero que no debemos olvidar. La obra es un ruego para que recordemos, es una denuncia de la amnesia generalizada, a veces por las víctimas, porque es tan grave repetir aspectos del siglo pasado que solo de pensarlo nos echamos a temblar. De hecho, el final de la obra es una fotografía del presente que refleja bien cómo nada de lo peor ha desaparecido, más bien, estamos asistiendo al auge, de nuevo, de actitudes fascistas con bastante éxito ya que ocupan sillones en parlamentos, ministerios y alcaldías de toda Europa.

Las personas voluntariamente, autónomamente, queremos vivir bien, es nuestro máximo interés y objetivo en la vida. Queremos hacerlo en todo tiempo y lugar. Pero debemos hacerlo con lo mejor del ser humano, no repitiendo genocidios ni capitalismos que solo consiguen el objetivo de unos pocos totalitarios armados hasta los dientes, ya sea de petróleo o de misiles.

Las reflexiones que sugiere la lectura de este libro son muchas y muy necesarias, sobre todo por la urgencia de la historia que estamos haciendo.

Las referencias al cine, a la literatura y a la filosofía son constantes y oportunas para tener todas las piezas del mosaico sobre la mesa, un mosaico complejo pero abarcable como el que ha sido Europa durante el siglo XX, destacando Alemania aunque sin menospreciar al resto de países, todos protagonistas, con sus sombras y sus luces, de la mayor barbarie humana que podemos construir, a saber, el fascismo en estado puro.

La advertencia es clara, solo tenemos que ponernos manos a la obra de defender la democracia por encima de cualquier otro valor político, una democracia basada en el diálogo y el entendimiento de los diferentes pueblos que, mezclados, poblamos las diferentes territorios móviles.

Imprescindible.







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