...LA VIDA SIGUE IGUAL...
Un cruce de calles, Dalmacio García con Diego Jiménez, meses luciendo avería, es uno de los muchos ejemplos del trabajo de mantenimiento en nuestra ciudad que muestra el diligente Ayuntamiento conquense, a quien parece importarle poco las molestias e impedimentos de movilidad que ocasiona a diario a la ciudadanía, ya seamos grandes o pequeños, usemos muletas, carritos o bastón de invidente. La foto podría estar tomada hace años en cualquier rincón de Cuenca, con su escudo inconfundible, me refiero a las vallas no solo a la baldosa que cuando llueve es una trampa, para variar.
En este caso no sucede nada extraordinario. El Ayuntamiento deja correr el tiempo y este se ocupa de llenar los huecos con desperdicios que se acumulan sin parar. La basura llama a la basura, y eso que los contenedores no están lejos de la mencionada esquina, pero ya se sabe, si hay un papel o una lata en el agujero por qué no tirar más, a lo mejor se llena y podemos quitar la valla sin más atención ni reparación municipal.
Aceras, escaleras, pasos de peatones...cualquier modo de usar la calle es un estímulo para la desidia municipal, por no hablar de farolas, papeleras o baldosas. Y es algo contagioso por lo que se ve, otra administración como la Confederación Hidrográfica del Júcar hace lo mismo con el río, dejar que pase el tiempo para que los plásticos formen parte del paisaje de las orillas y riveras.
Seguiremos sorteando obstáculos quienes caminamos hacia el trabajo, el colegio o los recados cotidianos, con más o menos dificultades añadidas por el Ayuntamiento, pero qué desagradable sensación nos alberga cada vez que tenemos que pagar impuestos cuando debería ser todo lo contrario.
No hay comentarios:
Publicar un comentario