POR FIN: EL FEMINISMO EN LAS AULAS
El destino ha querido que empecemos Marzo con la Panorámica de la Filosofía Contemporánea en la asignatura Historia de la Filosofía de 2º de Bachillerato, ese período histórico que empieza en la segunda mitad del siglo XIX y llega hasta nuestros días, bueno en realidad sobre nuestros días no tenemos historia sino presente, lo que nos lleva a actualizar absolutamente todos los temas que los diferentes autores y las diferentes autoras de este momento histórico han tratado y, como no ha acabado, siguen tratando, también en el mes de las reivindicaciones feministas por excelencia.
El feminismo es, por primera vez, uno de los asuntos claves que la nueva Ley de Educación recoge para ser enseñado en los contenidos o saberes básicos del curso con sus correspondientes competencias. Ya tocaba, a juzgar por la foto del artículo de National Geographic, incluir el estudio de este movimiento social revolucionario que, desgraciadamente, no ha terminado hoy, ni en determinados contextos ha comenzado todavía.
De hecho, hoy, precisamente en la semana del 8M, algunos medios de comunicación y redes sociales cargan contra este movimiento histórico, negando sus reivindicaciones por innecesarias y manipulando la definición y el mensaje del feminismo con mentiras, opiniones y sesgos de todo tipo. Hoy sigue habiendo guerras en las que se viola a las mujeres sistemáticamente, sigue habiendo políticas que impiden la educación a las niñas y un mínimo de dignidad a las mujeres.
Es un honor leer en el artículo nombres como Guillermina de Bohemia, Christine de Pizan, Olympe de Gouges, Mary Wollstonecraft, Elizabeth Cady Stanton, Lucretia Mott, Emily Davies, Elisabeth Garret Anderson, Emmeline Pankhurst, Sojourner Truth, Flora Tristán, Betty Friedan, Simone de Beauvoir, Gloria Steinem o Dorothy Pitman Hughes, que nadie conoce, o a muy pocas de ellas. Como en todas las listas de nombres siempre están las que son pero son muchas más de las que están.
Cuando expliquemos la Historia de la Filosofía contemporánea debemos hablar del feminismo como uno de los hechos que ha cambiado el mundo para bien, y lo sigue haciendo siempre en la misma dirección. No solo mejora las vidas de las mujeres intelectuales, obreras, negras, extranjeras, madres, pensionistas, artistas, científicas, sino de las estudiantes y los estudiantes que están en las aulas. Este movimiento contracultural trae consigo el bienestar social en materia de IGUALDAD, ahí es nada, la piedra fundamental de cualquier edificio ético, político o socioeconómico que se precie.
En las clases también debemos educar en valores que están en construcción, que empezaron hace siglos y que merece la pena intentar que sean una realidad más pronto que tarde. Los argumentos, las propuestas, los debates filosóficos actuales que, necesariamente han de ser críticos, tienen a la vista, en el horizonte (al estilo kantiano) los interrogantes: ¿por qué no el feminismo?, ¿a quién le interesa la desigualdad de género?, ¿cuál es la alternativa?. Las mujeres filósofas que no están en la lista, por estar vivas como Martha Nussbaum, escriben hoy, enseñan y dan conferencias sobre economía, educación, medio ambiente, en definitiva sobre antropología, como siempre, solo que con la perspectiva actual que pasa por atender el feminismo como una realidad central de nuestra cosmovisión.
Enseñar historia de la filosofía es enseñar su historia (herstory) de ideas, propuestas, alternativas, críticas, conceptos, y con ella la nuestra se completa. No más censuras ni sesgos patriarcales con la educación pública.
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