PROTORROMÁNICO, ROMÁNICO, TARDORROMÁNICO
La guía de la iglesia Santos Justo y Pastor nos recibe en lo que sería una cueva más de la montaña a las afueras del pueblo Olleros de Pisuerga, pero desde el siglo X unos eremitas que la habitaban comenzaron a necesitar espacio y excavaron la arenisca al modo en el que se construía en la época, con columnas y arcos resultando así un anticipo del Románico que inundaría más tarde la zona, todo el centro y el norte de la provincia de Palencia. De hecho, la visita comienza en la cueva que se llama hoy eremitario y acaba en un campanario lejos de la roca que es iglesia.
Toda la zona de Aguilar de Campoo resuma románico, más o menos pleno, algunas iglesias son puro ejemplo de transición de estilos, épocas, gustos y posibilidades. En Santa María la Real se puede apreciar precisamente la evolución porque la Fundación, que lleva su nombre y cuyo presidente durante mucho años ha sido Peridis, realiza visitas guiadas por el monasterio explicando cómo se ha llevado acabo la restauración última, mostrando los originales, las imitaciones y las soluciones de la arquitectura contemporánea a la falta de piezas, ya sean capiteles, columnas, bóvedas, suelos o tejados. El audiovisual de la iglesia recrea artísticamente el paso del tiempo con mucho gusto y conocimiento arqueológico e histórico. En esta localidad hay varias iglesias más a cuál más interesante dado su contenido heterogéneo en épocas que conllevan estilos diversos y una amalgama de objetos de arte.
Más cerca de Palencia, el románico, el tardorrománico y protogótico componen nunmerosas iglesias de poblaciones pequeñas, castellanas, agrarias y ganaderas, es el caso de Carrión de los Condes, Villarcázar de Sirga y Frómista. Las portadas, capiteles y arcos van dando cuenta del paso del tiempo en gustos y modas, según quienes tuvieran poder y bienes, en función de los materiales y los maestros artesanos y sus escuelas.
Invertir en arte para disfrute de la ciudadanía actual es un claro ejemplo de cultura popular, la que hace convivencia entre culturas y diversidades, la cultura que promueve valores universales como la tolerancia y la paz. Saber es aceptar que las cosas cambian, que los dioses cambian, que la espiritualidad también es cultural, evolutiva, sincrética y nunca absoluta o definitiva. Los símbolos cambian, se enriquecen o desaparecen, puede que muchos años o siglos después vuelvan a aparecer solo que con otro significado, renovado, siempre asumiendo novedades con cada momento posterior y venidero.
Los capiteles románicos explican la moral de la época, los oficios, los entretenimientos, los pasajes de los libros sagrados, representan a la naturaleza y también a las preferencias de los canteros y escultores que plasman los encargos y sus preferencias en cuanto a mitos, tiros y leyendas. Los canecillos que rodean los edificios eclesiásticos suponen un conjunto de personajes reales y fantásticos que se contorsionan, se asustan, ríen, lloran o rezan. Si son animales enseñan sus fauces o garras. La geometría está presente en todos los órdenes decorativos y arquitectónicos, matemáticas omnipresentes.
Nada humano divide a la humanidad, no hay cosas de humanidades y de ciencias por separado, ese sí que es un mito absurdo refutado con solo una visita a cualquiera de los lugares citados que recomiendo a todo el mundo, sobre todo a aquellos que diferencian para segregar y destruir lo que nos hace humanos, así que pasen mil años.
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