viernes, 14 de marzo de 2025

ASÍ QUE PASEN CINCO AÑOS...7291

ASÍ QUE PASEN CINCO AÑOS

MUERTES EN LAS RESIDENCIAS MADRILEÑAS POR COVID


Anoche pudimos ver el documental que el PP ha querido censurar por todos los medios, como hace con todo lo que se acerca a la verdad sobre su gestión política, desde no saber quién es M. Rajoy hasta decir que les gusta la fruta para hablar de algunos políticos españoles. 

Siguen con su código particular de estar en la política, en las instituciones, así su modus operandi es como el de cualquier mafia, a saber creativo, original, pretende la exclusividad, perverso y tremendamente inmoral, al margen de cualquier mínima ética que exija responsabilidades de cualquier tipo. Son el PP, el de la corrupción institucionalizada en todos los niveles de la política española, desde el local, pasando por el regional hasta el nacional, siendo el primer y único partido político sentado como imputado y sancionado en los tribunales de justicia españoles.

Sin embargo, anoche no pudieron. Sus tretas violentas, al más puro estilo intimidatorio, chulesco, prepotente y soez, verbalizando todo tipo de falacias, a cual más fácilmente desmontable, y modales barriobajeros, no sirvieron de nada. Toda España pudimos ver el trabajo de cientos de personas madrileñas que sumaron sus testimonios, esfuerzos, dolores, pérdidas y argumentos legales para componer el documental 7.291 tras la entrevista del periodista de La 2 al representante del PP en la Comunidad de Madrid, quien exhibió con su lenguaje verbal y no verbal todos y cada uno de los atributos antes citados al máximo nivel, sin dejarse uno, orgulloso de todos.

La obra de Federico García Lorca Así que pasen cinco años ha sido representado muchas veces, una de ellas en el teatro Español de la Plaza Santa Ana cuando yo estudiaba en Madrid y pude verla desde el gallinero, como solía ver todas las funciones por aquella época de estudiante. Fue alucinante, bajo la dirección de Miguel Narros. Es clave el paso del tiempo y la imaginativa percepción de del mismo nos enseña el granadino, asesinado antes de su estreno.

La imaginación dramatúrgica como elemento imprescindible para triunfar en los escenarios no se discute ni se ha discutido nunca, por eso Lorca sigue siendo uno de los mejores dramaturgos españoles.

Hoy, tras cinco años de la pandemia, la imaginación al servicio de la corrupción política resulta deleznable, especialmente inmoral. Hoy la memoria se puede recuperar porque esos cinco años no son lorquianos sino apenas un suspiro, son todavía rabia y llanto, son pesadillas y fármacos, sobre todo porque también son olvido y desprecio por parte de las instituciones que debían haber tenido otra actitud, si no entonces al menos después.

Los protocolos que impidieron llevar a los mayores de las residencias a los hospitales, a menos que se pagara un seguro privado, en la comunidad de Madrid no tiene parangón. Ni consuela ni se puede entender. En otras comunidades, esos protocolos decidían a quién salvar y a quién dejar morir por el covid, desde los hospitales y una vez practicados los primeros cuidados. No consuela pero se puede entender.

Anoche no estaba en el gallinero del Español sino en el salón de casa pero emocioné como en el teatro, bueno un poco más, ya que lo vi no era la creatividad y la imaginación de un genio sino la cruda realidad de una pandemia en Madrid.

Gracias a RTVE por mantener el nivel informativo sobre el convid, en cada momento oportuno, con el rigor periodístico de ser servicio público. De hecho, siguen los programas con entrevistas a científicas/os y responsables del ámbito de la salud que lidiaron con el virus y lo siguen haciendo hoy para saber más y poder protegernos mejor.




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