sábado, 15 de marzo de 2025

¿POR QUÉ SI LO HACE EL PP PARECE MENOS GRAVE?

 ¿POR QUÉ SI LO HACE EL PP PARECE MENOS GRAVE?


No tiene sentido que la violencia de género ejercida por el alcalde del PP en el caso Nevenka no se considera al menos como la ejercida por Errejón, o que los delitos cometidos por los comisionistas del PP o afines por familiaridad al PP no se vean tan sangrantes como los del PSOE, especialmente en los casos de mascarillas y materiales sanitarios en plena pandemia, elevando el grado de inmoralidad hasta el extremo.

Cómo es posible que la corrupción del PP, con ministros, presidentes de comunidades, alcaldes, concejales y secretarios de partidos, por no mencionar a tesoreros, no se aprecie con la misma gravedad que los de otros partidos políticos.

Cómo es que los insultos, las mentiras y los despropósitos que dicen y hacen los representantes del PP en el Congreso y en el Senado no se valoren como antidemocráticos y sí lo sean los de otras formaciones políticas.

El PP hunde sus raíces en el franquismo, más manchado de sangre no puede estar su nacimiento. Defiende a empresarios y monarcas corruptos, algunos en sus filas. Recorta servicios públicos y favorece servicios privados en asuntos tan básicos como la salud, la educación o la vivienda. Utiliza los nacionalismos españoles como socios cuando les beneficia y como apestados cuando beneficia a otros. Simpatiza con la extrema derecha de países como Argentina, EEUU, Italia o Francia incluso concede distinciones a algunos de los políticos más capitalistas del mundo que están empobreciendo a sus propios ciudadanos. Niega la nacionalidad de los pueblos si estos son masacrados por países teocráticos apoyados por los imperialismos occidentales. Es tibio a la hora de condenar declaraciones y actos que atentan contra los Derechos Humanos si sus autores son de los suyos. Nunca asume responsabilidades ni aunque estén contrastadas por la Justicia, ya sea en casos de corrupción, de violencia de género, o de gestión de la dana en Valencia.

Sus medios de comunicación no siguen normas éticas periodísticas. Sus asesores son discípulos de Goebbels y siembran odios de todo tipo ya sea contra el feminismo o contra el ecologismo, ya contra la cultura o contra los impuestos.

Me parece que nuestra democracia todavía sigue lastrada por oscuras raíces fascistas procedentes del siglo XX que han sabido adaptarse hasta parecer hoy como si fueran auténticas demócratas. Esas raíces pueden estar en la Justicia, en la Economía, en la Iglesia, en los Medios de Comunicación y en el mundo del Ejército que, entre todos, componen buena parte de nuestra sociedad civil, nuestras tradiciones y costumbres.

Tenemos que ser capaces de tomar conciencia de dónde venimos para poder saber lo que está pasando, lo que sentimos y lo que votamos. Nos parece mejor lo malo conocido que lo bueno por conocer, por esto disculpamos a la familia y no perdonamos al vecino, aunque hagan lo mismo.

Nos falta cultura democrática, de la de verdad, de la que normaliza el diálogo, el respeto, el consenso. Mientras esta no llegue ni hacemos que llegue, preguntarnos quién dice qué al estilo nietzscheano puede ser una manera de no dejarnos llevar por la antidemocracia, en forma de gritos, insultos, mentiras, amenazas y otras inmoralidades que en ocasiones cuestan vidas.

Quién dice que hay que pagar menos impuestos, quién dice que hay que tratar bien a Vox, quién dice que no hay que subir el Salario Mínimo Interprofesional, quién dice que no hay que reducir la jornada laboral, quién dice que no hay que poner impuestos a las eléctricas ni a la banca, quién dice que hay que legalizar los pozos y permitir la agricultura de regadío en zonas de secano, quién dice que hay que favorecer las macrogranjas, quién dice que debe contar la nota de religión en la educación pública, quién dice que la libertad es salir de cañas por Madrid, quién dice que hay que pedir trabajo a la virgen o que determinadas personas no deben ser derivadas a los hospitales aunque estén enfermas en residencias de mayores...quién, en fin, dice que hay que perseguir la corrupción siendo el principal partido corrupto del país, por acabar.

También podemos preguntarnos qué partido cierra cines, elimina subvenciones a asociaciones sociales por la igualdad y la inclusión, pacta con violentos, machistas y xenófobos, en nuestros pueblos, ciudades y comunidades autónomas.

Las apariencias engañan, ya deberíamos saberlo, no hagamos el caldo gordo a quienes nos utilizan en su propio y exclusivo beneficio sea el PP, el PSOE o cualquier otro que lo pretenda. ¡Urge!

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