RIDÍCULO MÁXIMO
Ridículo Máximo, parece el nombre de un personaje de
los cómics de Astérix y Obélix, podría ser ese personaje que cada vez que habla
hace el ridículo y provoca bochorno a su alrededor, que suele acompañar sus
palabras de gestos enfatizados resultando toda una desproporción, desmesura y
exceso, que supone que nadie le tome en serio y solo se le asocie a lo
grotesco, como mucho se le invita a espectáculos para que antes de que empiecen
entretenga al personal más ingenuo o ignorante.
Ridículo Máximo quiere llamar la atención
constantemente, puede que su infancia haya sido traumática o a su alrededor
nadie le aprecie sinceramente. Su físico no destaca por ninguna característica,
su inteligencia tampoco. Está rodeado por otros personajes en la sombra que le
ríen sus exabruptos y le dan de comer, ropa y cobijo porque si no estaría en la
indigencia. Es un personaje absolutamente dependiente.
Se atreve
con todos los asuntos que importan a la aldea gala, sin dejar ni uno. Para todos
tiene frases y gestos ridículos, sean más o menos oportunos, más o menos
desagradables, lo que sí son todos en su boca es mentira podrida, de ahí su
inevitable ridículo máximo.
La
manipulación es su estrategia, así ha conseguido subsistir hasta ahora. Sin
embargo, como su tendencia a ridiculizarse es máxima no puede parar de hacer
más ridículo cada vez con cada una de sus apariciones, y esto le exige estar en
pena forma 24/7, así que no puede dedicarse a nada más que a entrenarse duro
para sus apariciones públicas, siempre preparadas y en escenarios favorables
para su seguridad personal.
Sus
movimientos ensayados de manos, cintura, ojos, cuerpo entero, adornan bien sus
hipérboles y contribuyen al máximo ridículo. Es muy profesional, tanto que saca
pingües beneficios (de quienes viven a su costa ya que al hacer el ridículo
máximo otros pasan por personajes normales) exhibiendo ante el público su
elevado nivel de ridículo prácticamente a diario. Vive en uno de los áticos más
caras de la aldea…
Una de las
formas más habituales de hacer el ridículo máximo es provocar a las autoridades
insultándolas y negándose a obedecerlas. Con ese juego de saltarse las normas
consigue mucha fama entre los fanfarrones, prepotentes y mafiosos, quienes
también mantienen sus gastos.
El caso es
que ha llegado lejos en su empeño de auto ridiculizarse y ya no le queda mucho
más, dice y una cosa y la contraria, miente a sabiendas, oculta datos
fácilmente encontrables, emite todos los tipos de falacias que hay, se pone del
lado de los violentos para obtener protección y favorece a los pillos, gremio
al que pertenece. Sin embargo goza de gran popularidad que le anima a seguir y
esto le está ocasionando una crisis.
Ridículo Máximo en crisis, podría ser el título del siguiente álbum
del cómic. En realidad sería deseable que acabara ya la historieta porque el
ridículo está resultando peligroso, ilegal y nacionalcatólico. Ya no hace ninguna gracia y quienes le alientan a continuar son mala gente que se aprovechan de su afán de protagonismo para sacar tajada.
Pobre aldea gala...
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