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la ciencia no es una isla
Hoy estoy asistiendo a varios eventos sobre el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.
En todos se reivindica más inversión en investigación porque un factor desmotivante para cualquiera conseguir las pocas becas que hay y tan precarias que impiden vivir con dignidad. Que hay que mejorar el tema de la conciliación entre vida profesional y familiar.
En todos se dice que hay muchas mujeres estudiantes y pocas en puestos relevantes.
También que las cosas ya no son como antes.
Incluso que la maternidad es un obstáculo para la carrera profesional como científica e investigadora.
Son mujeres científicas quienes lo dicen, mujeres jóvenes que quieren servir de referentes para las jóvenes y las niñas, que dedican su tiempo a la docencia, no solo a la investigación, y a la divulgación de sus descubrimientos y trabajos, que viajan, que saben idiomas, que influyen en las ramas de sus especializaciones, que tiene vocación y son poco menos que heroínas.
Sin embargo, ni una palabra sobre el machismo patriarcal que domina el mundo, incluido el mundo científico, ni una palabra de denuncia de la situación injusta y denigrante que sufre la mayoría de las mujeres que quieren saber, investigar o acceder a puestos relevantes. Estereotipos, prejuicios, discriminaciones, ninguneos, olvidos, ocultaciones, desprecios, hasta robos han sufrido en sus carnes las mujeres científicas a lo largo de la historia. La ciencia no es una isla.
Los cambio hacia la igualdad van muy lentos y son muy pocos, a este paso, a paso de tortuga, necesitamos muchas generaciones para ver un nivel decente de igualdad entre mujeres y hombres también en el campo de la ciencia.
Parece que el que Naciones Unidas conmemore un Día Internacional fuera sinónimo de "imposible de cumplir", cuando debería ser todo lo contrario, pues si Naciones Unidas ha detectado la necesidad de que haya IGUALDAD en la ciencia tendría que ser una prioridad.
Me pasa como con casi todas las efemérides importantes, cuando llega el Día me quedo con sabor agridulce, hoy también me está sucediendo. Esta mañana, mi clase de Filosofía de 4º ESO nos hemos conectado, vía teams, con la criminóloga de la UCLM Esther Fernández Molina y ha sido una experiencia maravillosa, pero he vuelto a constatar el estado real de las cosas y es tan lenta la conquista de la Igualdad que lo agrio se impone a lo dulce, aunque mi alumnado ha preguntado con interés sobre aspectos de su futuro personal y social, lo cual me enorgullece.
Agentes socializadores como la publicidad, el deporte, la familia, las creencias, la educación y las redes pueden hacer mucho más que las conexiones puntuales con científicas. Las editoriales de los libros de texto y la formación del profesorado son otros importantísimos factores imprescindibles. Y si la economía fuera neutral y se encargara de ser rentable también se uniría a la IGUALDAD de los salarios, los contratos, las oportunidades y los prestigios.
Ojalá podamos celebrar estos días cada año refiriéndonos a los logros conseguidos del año anterior, con perspectiva de continuar logrando avances al año siguiente en materia de IGUALDAD, así llegará también al mundo de la ciencia.
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