lunes, 26 de agosto de 2024

CRIMINAL- MENTE

 CRIMINAL- MENTE

Paz Velasco De la Fuente, Ariel, 2018


Paz Velasco plantea una obra didáctica, asequible y salpicada de casos reales que demuestran sus afirmaciones, muchas de ellas procedentes de rigurosos estudios de especialistas en diversas disciplinas. De todo ello da buena cuenta la bibliografía del final, pero también sobre el rigor y las fuentes, la documentación y los casos son buenos ejemplos las numerosas notas y el glosario.

Distinguir entre criminología y criminalística, entre psicopatía y psicosis, entre mitos, supersticiones y ciencia, no es fácil si se trata de algo que los medios de comunicación, las redes sociales y el cine, junto con las novelas, nos han inculcado desde hace mucho tiempo. Parece que sabemos cómo es nuestro cerebro y nuestro comportamiento si hemos leído o visto obras que hablen de un asesino en serie o un detective preguntón. Nada más lejos de la realidad.

Resultan escalofriante algunos capítulos que narran asesinatos crueles, los detalles y descripción de las maneras en que los comenten sus autores y autoras (modus operandi y firma), algunos casos conocidísimos y muy actuales por haberse cometido en España hace menos de una década.

Las ciencias sociales, junto a la tecnología en neurociencia y medicina forense, ofrecen análisis exhaustivos del comportamiento humano. Saber cómo es un cerebro, las funciones de cada parte que lo compone, las íntimas relaciones con el medio sociocultural del individuo estudiado, resulta fundamental para convivir. Hay tantas implicaciones sociales en la conducta individual que merece la pena estudiar más qué somos, qué nos mueve a comportarnos como lo hacemos, qué esperamos que nos pase después.

Antropología y Ética, como materias claves de la Filosofía, están en la base de este estudio específico, de hecho comienza con una aclaración sobre la maldad y los niveles que tiene. A continuación explica cómo la necesidad de entenderla nos lleva a estudiarla. Es aquí cuando el vocabulario se hace más técnico y los estereotipos se rompen. 

Naturaleza y Cultura íntimamente y necesariamente relacionadas muestran una gran diversidad casuística en la conducta humana. Son muchos y muy diversos los factores que entran en juego, sin embargo, con métodos (inductivos y deductivos) científicos (sociales y naturales) se puede llegar a sacar conclusiones útiles para atrapar asesinos, evitar asesinatos, hacer leyes y aplicarlas, y sobre todo no ser engañados, tal vez esto sea lo realmente relevante de la criminología como ciencia.

La educación, a la hora de comportarnos y de no comportarnos de determinadas maneras es muy importante, de nuevo saber o ignorar, haber recibido un ejemplo u otro en casa, en la escuela y ahora en los medios y redes puede influir hasta el punto de cometer crímenes, de resolverlos o de evitarlos. Incluso de admirar a quienes los cometen y, lo que es peor, a imitarlos.

Me ha llamado la atención, entre otros, el capítulo 41 titulado Análisis criminológico de la paranoia querulante. Difícil de digerir, sobre todo la última palabreja. Tiene que ver con un trastorno mental que padecen las personas que quieren hacer justicia incluso contra la justicia, quieren tener razón, que lo sepa todo el mundo y para ello no cejan el empeño de denunciar y denunciar, incluso se querellan y pasan mucho tiempo en comisarías y tribunales denunciando y acusando a diestro y siniestro. 

¿Podría ser que algún juez tuviera este trastorno y persiguiera a determinadas personas que no le cayeran bien por algún motivo...sería como el caso de quién vigila al vigilante pero en cuestiones de Justicia? Si pensamos en cómo está la política española actual, en el grado de judicialización que se traen entre manos los partidos de extrema derecha y derecha, a lo mejor esto de la querulancia no es tan extraño.

Todo conduce a una pregunta que el ser humano se lleva haciendo desde siempre: por qué matamos. No seguimos preguntando los porqués de nuestro comportamiento. Aquí llegamos.

El libro alude a mil asesinatos en todos los lugares y ámbitos posibles, desde psicópatas, ángeles de la muerte, viudas negras, parricidas hasta neópatas. Muestra bien la evolución de los perfiles a lo largo del tiempo, cómo cuando se mezclan disciplinas el saber que resulta es más acertado y poderoso.

Puede leerse seguido oyendo a los capítulos que nos llamen más la atención. Yo recomiendo hacerlo seguido para disponer de vocabulario y datos con los que entender mejor los siguientes capítulos, son todos cortos y salpicados de casos con lo que se hace bastante amena su lectura, de hecho hay referencias al cine contemporáneo y series televisivas muy conocidas que aclaran bastante lo expuesto.


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