RACISMO EN ACCIÓN AQUÍ Y AHORA
Mocejón, Toledo
Resulta difícil de creer pero ya está pasando, aquí y ahora. El racismo de las redes sociales es tan rápido que tiene efectos reales que dan miedo por crueles e inhumanos.
Un joven asesina a un niño, caso en investigación, y por las redes sociales linchan al familiar del niño por haber anunciado que no se sabía nada del autor así que pedía no prejuzgar a nadie ya que empezaban los bulos respecto a las personas migrantes como autores del asesinato.
Todo a la velocidad de la luz, como se suele decir, y es espantoso el apoyo que los bulos reciben, cómo se comparten, se creen, se aceptan sin preguntas, ni la más mínima duda, llevando a sus autores a establecer relaciones mentirosas entre causas y efectos para aparentar veracidad. Usan la mentira sobre los hechos para provocar emociones violentas sobre las personas.
Hay que lamentar un crimen y mucho racismo, dos delitos peligrosamente asociados. Ya hay antecedentes en otros países y los impulsores de los delitos de odio la saben, las consecuencias son más asesinatos.
Sin embargo, hay algo más que tenemos que lamentar y es la falta de valores éticos en nuestra cultura de internet. Se permite publicar cualquier cosa sin tener en cuenta las consecuencias peligrosas que pueden tener. Se permite el bulo hasta que, incluso, algunos jueces le dan carta de veracidad, y lo que es peor, mucha gente se los traga sin más, uno tras otro, hasta engordar sus ideas tanto que sus acciones están condicionadas por ellas.
La violencia que se está generando basada en la mentira no tiene límites morales. El dolor y el malestar que supone para muchas personas es difícil de atajar, de evitar porque una vez sucedido quién devuelve a los afectados su estado anterior. Se generan calificativos mentirosos sobre alguien y, aunque se demuestre que son falsos ahí están, en las redes, pululando.
El delito de odio está de moda, macabra moda, y la justicia ha de estar a la altura porque si no la convivencia dejará de ser tolerable y la violencia encontrará más fácil el camino para convertirse en lo normal.
Con este caso se ponen de manifiesto muchas faltas en nuestro sistema democrático, una de ellas la educación que ignora el pensamiento crítico y el respeto a los DDHH.
El odio y las redes están aquí y ahora. Toda la sociedad está convocada a actuar al respecto. Toda.
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