martes, 27 de agosto de 2019

MUSEO JORGE OTEIZA
Alzuza, Navarra

gracias Laura...


En el viejo caserón, restaurado como taller, se pueden ver unos vídeos del autor y escuchar que lo que hace son "con nadas", un concepto inventando para describir sus obras respecto al espacio vacío que contienen "espacio sagrado para la protección del hombre" Es alucinante lo que dice de la poesía y de la felicidad que le produce la hoja de papel en blanco "el dios mio de papel" porque en ella escribe dos o tres palabras y a esperar a que salga el resto, así de barato y de mágico...menos mal que la visita a la casa museo comienza en el taller, así ya vas preparada para entender las piezas que se ven después en el museo, espectacular recinto adosado a la casona navarra.

Jorge Oteiza dice que hay un microcosmos en la mano y que el artista es un "hacedor de trampas"...pensamiento y acción.

Lo que dice y la que hace se ve, se siente y se intuye en cada una de las piezas perfectamente ubicadas en las diferentes salas. Piedra, bronce, hierro, acero, tiza, mármol...originan muebles metafísicos, cajas vacías con colores, figuras que comprenden la política, apóstoles de Aránzazu, formas que desocupan esferas, espacios de muchos materiales que combina para llevar a efecto su ecuación de los valores estéticos.

Cuando cambias de planta puedes subir rampas que te permiten ver las esculturas desde perspectivas curiosas porque te alejas y porque subes o bajas, parece que el espacio interior del museo se desplaza en tu interior, te fundes con la barandilla y formas parte de la obra. Miras hacia arriba y cae luz por las chimeneas geométricas, grises, sobresalientes que parecen pináculos catedralicios del futuro.

En un pueblo, con poquísimos habitantes, cercano a Pamplona, Alzuza, está esta joya artística que alimenta el intelecto y la sensibilidad para una temporada...


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