martes, 16 de marzo de 2021

GALILEO

 MENSAJERO SIDERAL

Galileo Galilei, 1610, Venecia

Biblioteca Nacional de España

Desde los años 80 se sigue el rastro al robo de distintas obras de la Biblioteca Nacional, entre otras Sidereus nuncius del astrónomo italiano del siglo XVII. Estos días está siendo noticia porque ha trascendido a los medios que no se había notificado el robo a las autoridades en el momento en que se detectó su falsificación por los trabajos técnicos de los servicios de la propia Biblioteca. Parece que distintas directoras, ministros, policías y técnicos no se ponen de acuerdo con las fechas y el proceso se  está enquistando.

La obra contiene información sobre la construcción del telescopio y de las observaciones que hizo Galileo con él, siendo el origen de sus descubrimientos y demostraciones que supondrían un cambio de cosmovisión y una revolución científica que trastocó toda la modernidad.

Cuando leo noticias así pienso en el cine porque los hechos parecen ficciones, guiones de películas de policías, clásicas, de las buenas, de las que tienes que tener memoria para distinguir a los personajes y su importancia, para retener fechas y pistas, atención en la sucesión de acontecimientos en flashback, debes tomar parte en la defensa de algunos actores o actrices y en la condena de otros. Sería una película de plena implicación moral y también legal con trasfondo científico. Intrigante, desafiante.

Sin embargo, al rato dejo de pensar en películas para sopesar lo que ha sucedido con al obra de Galileo y la Biblioteca Nacional que tantas veces he visitado. No tienen sentido que en un lugar así se robe, se oculte que se ha robado, no se asuman responsabilidades, se acusen unos funcionarios a otros, se muestre desinterés o desidia por las falsificaciones...es como si se aceptase la pérdida, como si se diera por sentado que debe haber robos de arte y ejemplares falsificados inevitablemente, como si los servicios de seguridad tuvieran agujeros negros por sistema, de fábrica.

Me pregunto cuántas obras de arte vemos que no lo son. También cuánta competencia o incompetencia hay en ciertas instituciones y la importancia de la cultura y los delitos culturales.

El caso es que Galileo fue una persona clave en la manera que tenemos de entender el mundo, en su ámbito científico y moral, por lo que su obra es sin lugar a dudas de gran valor (por esto la roban) y que se haya robado de nuestra Biblioteca Nacional es algo que debería subsanarse y poner todos los medios para que no se vuelva a robar. Sé que hay prioridades en todos los órdenes de la vida, también en la protección del arte y la cultura, así que el Ministerio de Cultura y Deportes, que tiene un presupuesto de más de millón y medio de euros para el ejercicio 2021, ha de ejercer sus competencias y asumir sus responsabilidades para que la ciudadanía cuando crea ver una obra en instituciones públicas la vea de verdad y no su falsificación.

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