jueves, 4 de marzo de 2021

INMORALIDAD "REAL"

 PASAPORTE SANITARIO REAL

O LECCIÓN DE INMORALIDAD REAL


Según la infanta Elena, su hermana Cristina y ella se han vacunado porque quieren tener el pasaporte sanitario para viajar al extranjero a ver a su padre. Imagino que esa misma situación es la de miles de españoles y españolas cuyos familiares están lejos de casa y quisieran verlos.

Que yo sepa no existe dicho pasaporte aún.

Tener oportunidades para hacer algo no obliga a hacerlo.

¿Qué principios, valores éticos, justifican la acción de las infantas españolas? Solo se me ocurre uno, el egoísmo, egoísmo de quien se considera con derechos especiales, privilegios circunstanciales, diferente al común de los mortales. El egoísmo que aventaja al resto, que desprecia al resto, que se levanta sobre "el sálvense quine pueda" y yo puedo por ser quien soy. El egoísmo del apellido y el cargo, la familia y el rango. El valor sería ser Borbón, que nada tiene que ver con un valor ético, ese valor que ha de ser racional y para el bien general.

¿Qué consecuencias tiene este hecho de las infantas? necesariamente indignación. Su padre se ha ido hasta el cuello de fraudes con la Hacienda Pública, esa que somos todos, y ellas se vacunan aprovechando una visita al lugar de la huida paterna, cuando la inmensa mayoría de la ciudadanía está todavía sin vacunar asumiendo riesgos mortales, en muchos casos, a diario.

El asunto es que el padre es rey emérito de España y ellas infantas españolas, atributos que conocen muy bien y han usado para vacunarse, por lo que no hay excusas en cuanto a su inmoralidad. Precisamente por ser quienes son, padre e hijas, no deben despreciar al pueblo español que les da de comer, uno robándonos y las otras despreciándonos. Robar y despreciar. Tal vez sea una práctica habitual entre ellos a juzgar por lo poco que disimulan al hacerlo, el rey pagando millones para no ser investigado y las infantas haciendo declaraciones a los medios, como si nada, actividades cotidianas, sin importancia. 

La responsabilidad que se supone a personas adultas y autónomas, aquí ha servido como ejemplo de que saben y quieren hacer lo que les viene en gana, plenamente conscientes, sin atender en lo más mínimo la prudencia, la oportunidad y la solidaridad. ¿A qué colegio fueron?, ¿a qué familia pertenecen? y lo más definitivo ¿por qué son rey, uno, y las otras infantas? ¡¡Si oléis a antidemocracia es que todo encaja!!



“Tanto mi hermana (Cristina) como yo hemos acudido a visitar a nuestro padre y, con el objeto de tener un pasaporte sanitario que nos permitiera hacerlo regularmente, se nos ofreció la posibilidad de vacunarnos, a lo que accedimos», escribió la infanta Elena.

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