sábado, 20 de marzo de 2021

CINE POLÍTICO

 EL CASO FRITZ BAUER

Lars Kraume, 2016


Cada vez que tengo la oportunidad de ver cine político alemán relacionado con la II Guerra Mundial y la posguerra lo hago con cierta envidia porque siento que en España no se ha hecho el suficiente cine sobre nuestra dictadura y la posdictadura, lo más parecido al nazismo alemán y sus consecuencias.

El fiscal Bauer lo tuvo muy difícil para hacer su necesario y urgente trabajo de encontrar a los responsables del genocidio judío y los autores de los campos de exterminio nazis. De hecho, sobre el caso Eichmann lo tuvo realmente complicado, a punto de ser juzgado como alta traición, sorteó con algunos contactos y mucha inteligencia, obstáculos políticos, legales y morales que le perseguían sin tregua y al menor descuido acabarían con él.

La democracia alemana que se instala en los años cuarenta es tan artificial como cualquiera otra que surja del totalitarismo y fascismo. Necesitada de personas demócratas, adolece de un continuismo nazi durante mucho tiempo en puesto relevantes de la política nacional, tal como en la Justicia y la Inteligencia, así como en Defensa y Economía, de ahí su interés compartido con EEUU de perseguir el comunismo y no tanto los numerosos restos nazis perfectamente instalados en la Alemania de los 40, 50 y 60 del siglo XX.

Aquí seguramente que hubo algún que otro Bauer. No lo sabemos bien, al menos yo no he visto cine relacionado con su vida o trabajo. Sin embargo sí hubo bastantes franquistas en la llamada democracia española de los 70, 80 y 90. De hecho, ha sido en la actualidad, siglo XXI, cuando empezamos a saber quiénes estaban, quiénes eran, qué puestos ocupaban, qué empresas dirigían, qué contactos tenían, durante la llamada Transición y su herencia.

Espero impaciente el cine español que muestre, con documentación verídica, los Bauer que hubiera en la España posfranquista. La experiencia ha de servir para no cometer los mismos errores, para aprender de los fallos, para organizarnos de la mejor manera posible, a saber reparando injusticias para lo que se necesita conocer. Saber, desclasificar documentación, interesarse por el origen del presente, enseñar y practicar la democracia de verdad, todavía es necesario, muy necesario. Contribuiría a calmar el clima de odio y mentiras que un sector fascista de nuestra política está extendiendo por doquier sin nada que se lo impida.

Bauer contribuyó en el esclarecimiento de los crímenes nazis, ocultando su papel hasta diez años después de su muerte, demostrando que cuando un régimen democrático sale del fascismo tiene las manos sucias y atadas al pasado hasta que pasan décadas. En España hace ya más de 40 años y seguimos sin saber muchas cosas.

La película muestra el clima de los años 50 en aspectos políticos de la vida ciudadana como algo tan alemán como los cabarets. La música, las modas...la homosexualidad y los roles de género. Todo bien encajado, especialmente por la interpretación del protagonista.

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