jueves, 16 de mayo de 2024

CICATRIZ

 CICATRIZ

Sara Mesa, Anagrama, 2015


Resulta muy atrayente seguir las vidas de los personajes de Sara Mesa, tal vez por su veracidad, la posibilidad de ser, la cercanía de lo que viven, la facilidad de imaginarlos o incluso de entenderlos. En esta ocasión, la mayoría de la trama transcurre en correos electrónicos y, a veces, convencionales. Es una versión de género epistolar en plena era del actual internet consumista, el que es capaz de consumir hasta lo más íntimo de la persona.

Parece que las excentricidades, para serlo, han de estar confrontadas con las normalidades. Esto es lo que pasa con los personajes de esta novela. La oposición y el contraste permanente entre dos maneras de estar en el mundo que se necesitan para definirse, tal vez para existir (algo así escribe en Cara de pan: lalechuzaendiciembre.blogspot.com/search?q=cara+de+pan)

Sara Mesa construye hasta el último detalle de Sonia y de Knut, sin embargo parece que vamos pasando las páginas sin demasiado esfuerzo por conocerlos y esta cualidad de narrar lo complejo como si fuera simple hace que queramos seguir leyendo. Hay pocos personajes secundarios que, en sus breves apariciones, proponen dosis de sospecha, escepticismo, incredulidad y riesgo que cualquiera compartimos respecto a lo que vive la protagonista. Sin embargo, la posibilidad de ser diferente, de probar novedades, consigue atrapar a Sonia y a quienes leemos, con ella. 

Del personaje Knut esperamos todo, cualquier cosa, pero de ella no. Por esto, las novelas de Mesa tratan a las mujeres rodeadas de límites sociales, de roles de género impuestos. En este caso sucede desde el principio y, como en otras novelas suyas, solo al final parece que esos estereotipos se rompen aunque, a través de un taxi, se llega a encarar la casilla de salida de nuevo. Como quien ha sido adicto a cualquier sustancia química, ha pasado un proceso de desintoxicación y su organismo queda marcado, con una cicatriz, hasta el punto de ser vulnerable para siempre, como parece que es para siempre el machismo cultural que vivimos y transmitimos con tanta normalidad, como en Un amor:
lalechuzaendiciembre.blogspot.com/2023/11/un-amor.html



Como curiosidad, aparece Cárdenas, ¿una ciudad imaginaria?, que también la usa en Cuatro por cuatro (lalechuzaendiciembre.blogspot.com/search?q=cuatro+por+cuatro)

Agradezco la brevedad si buena porque realmente es dos veces buena. Una por el tiempo empleado y otra por el placer que conlleva la lectura, muy estimulante y un tanto adictiva...

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