sábado, 4 de mayo de 2024

PRIMA FACIE

 PRIMA FACIE

Suzie Miller

Teatro Auditorio de Cuenca


La mejor actriz de teatro según los últimos premios Thalía.

La abogada que escribe sobre su trabajo y le sale esta obra de teatro.

Como sigue siendo difícil que se considere veraz la palabra de una mujer, como sigue siendo imposible que se crea a una mujer, como resulta altamente improbable que se atienda debidamente la voz de una mujer, podemos plantearnos qué hay detrás para que así siga siendo. Concretamente en las agresiones sexuales, sí, cuando es un hombre el que la agrede, cuando es violada por un hombre, cuando es violentada por su novio, su pareja o su marido.

Estamos construyendo una cultura de sospecha y prejuicio permanente en materia de violencia de género, cada vez que se consigue un avance nos las apañamos para que no lo parezca, es más, para cuestionarlo y sembrar todas las "dudas razonables" al respecto. Por esto, el título de la obra es el más adecuado, a primera vista, sin juzgar todavía, los casos parecen ser, parecen haber sido, los hechos puede que hayan sucedido así o asá. Es una falacia porque a primera vista no existe, ya viene con una vista previa, todo en la cultura humana está preconcebido, solo tenemos que ser conscientes de ello, es más hay que serlo para dedicarse a impartir justicia.

El planteamiento no puede ser más oportuno en España, donde convivimos con una ola de descrédito al feminismo desde la política, la justicia y la costumbre de corte franquista, fascista, patriarcal.

Una abogada exitosa, procedente de una familia humilde y superviviente en circunstancias de vulnerabilidad actuales, muestra su vida sobre el escenario. Sus estudios, su trabajo, sus relaciones...ejemplifica y relata episodios vividos desdoblándose en diferentes personajes, su cuerpo de es hombre, es de mujer, es de fiscal, es de taxista, de policía, de madre, de hermano, de novio, de amiga, de profesora, de estudiante, de testigo, de abogada litigante, este es el papel protagonista, que incluye todos los demás que la conforman a diario. Como gana muchos casos le salen ofertas de trabajo en despachos de prestigio y su vida está encaminada para la buena vida, que se ha ganado ella solita.

Creo que plantear así el consentimiento en las relaciones sexuales es la clave de la obra. Desde el otro lado, desde las leyes y sus verdades, desde el litigio de abogados y fiscales para, poco a poco, ir, lentamente, acercándose a la verdad real, que no legal, esa que no se juzga prima facie y no se quiere estimar desde la élite jurídica, ni, mucho me temo, desde el conjunto de la sociedad.

Ser una mujer violada transforma el cerebro y el cuerpo de esa mujer, su vida entera tiene un antes y un después de ser violada. Viki Luengo nos lo enseña perfectamente, su transformación, metamorfosis kafkiana, es brutal, cambia de rol delante de todo el público con sus dudas, sus imprecisiones, sus debilidades, sus meteduras de pata, sus errores inconscientes, sus inevitables fallos que pueden perjudicarle, que serán claves en el juicio, que permitirán una sentencia. Cuando termina la transformación, policía, hospital, administración, taxi, tribunal, de por medio, nos ofrece la verdad real y la importancia de que la verdad legal se parezca a ella.

Mira a la izquierda, mira a la derecha, una de cada tres mujeres es violada.

A la salida, con el corazón encogido y lágrimas en los ojos, nos miramos, respiramos hondo y decimos ¡qué barbaridad!, qué buena es, qué texto tan valioso, ufff, tremenda, genial, brutal denuncia de la realidad cotidiana, ¡qué barbaridad! y tenemos que parar para tomar aire. Entonces alguien repite una frase de la protagonista, otra persona comenta lo bueno que es el escenario, las luces, los sonidos, su voz, sus gestos, su llanto, su ropa... la obra, el teatro, otra vez el teatro, siempre el teatro.

Espero que gire por muchos escenarios y que consiga lo que anoche consiguió, mostrar una realidad que prejuzgamos constantemente solo porque la mujer es quien la vive en primera persona desde hace mucho tiempo y acabamos de asumir nuestro papel para que se haga justicia real.

4 comentarios:

  1. Brava, bravísima!!!!
    Lo cual no es de extrañar.....
    Tu capacidad de análisis es abrumadora.
    Has revisado todos y cada uno de los aspectos que integran la brillante pieza que vimos ayer. Sin pasar por alto ni una de las transformaciones y emociones que nos regaló su espléndida intérprete. Menuda lección de evoluciones de personaje nos dió Vicky Luengo....
    Enamorada del Teatro, del Buen Teatro!!! Y agradecida a esta Lechuza por sus reflexiones

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  2. En los juicios de víctimas de violaciones a una mujer, el culpable no es el violador es la violada, se deja la duda si ha sido consentida la relación sexual. La obra lo muestra muy bien y el teatro es como la realidad misma. Impresionado por la obra y por la actriz.

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    1. Sí que impresiona...después de conocer tantos casos y los conocimientos de expertos en psiquiatría y psicología, cuesta entender que junto a la duda no aparezcan más factores que también queden en los cerebros de quienes emiten sentencias y de quienes relatan los juicios y valoran dichas sentencias.

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