MALOS TIEMPOS PARA LA LÍRICA, VII EDICIÓN
Babylon, Fundación Antonio Pérez, Cuenca
Bewis de la Rosa, 25/10/24
Anoche, la artista manchega expuso sus proyectos como contenido de la última charla del Festival Babylon Malos tiempos para la lírica en su VII edición, en la FAP donde también cantó un par de rap rurales marca propia.
Planteó su música y baile desde la raíz compartida entre el pueblo y la ciudad, entre Madrid y Villamayor de Santiago, entre su generación, nacida en los noventa, y la de su abuela, algo así como un intermedio que a mi me parece que es la normal ya que las purezas no existen por mucho que se insista en lo contrario.
Dejó muy claro que todo en su arte es así, desde el uso de las palabras y objetos comunes hasta los estilos musicales con mezclas, fusiones, uniones y otros frutos parecidos de sus investigaciones y creaciones no solo individuales sino de un grupo que componen su equipo.
Me pareció muy oportuno reivindicar la mirada poética sobre los objetos, sobre las cosas y las situaciones. De hecho, al salir de la FAP fue inevitable mirar así el suelo empedrado como un espejo mágico que reflejaba, por la reciente lluvia, los edificios medievales de manera inevitablemente poética, especialmente la catedral bajando desde la calle de la Posada San José, se veían en el suelo mojado las vidrieras de colores.
Defendió la recuperación de formas de vida antiguas, populares, su vocabulario, la reapropiación de las mismas, con sello propio y actual, y también la reforestación, metafórica, como resultado de sus procesos artísticos. Al hacerlo se oponía al sistema poderoso que domina el panorama artístico, cultural, es decir nuestra sociedad capitalista alimentada tanto por los estados como por las empresas, religiones y tecnologías, ese dominio llega a todos los lugares del planeta incluido lo rural y lo común.
Es curioso cómo un proyecto que quiere innovar, o al menos ser original, autónomo, acude a la tradición para actualizarse, sin embargo parece que se trata de presentar los orígenes, las raíces como algo fresco, vital y, creí entender, sin complejos, sin sesgos de inferioridad y con cierto orgullo artístico. El caso es que defendió la utopía y eso se echa de menos también en el arte contemporáneo, en los procesos, que no progresos, creativos que tanto urgen.
Ayer, precisamente, el Ayuntamiento de Mota del Cuervo, un pueblo cercano al de Bewis, eliminó la escuela municipal de teatro, ya hizo lo mismo con el cine cuando el PP llegó al poder con el apoyo del POSE, así que no está de más reivindicar la cultura en cualquier espacio público como el Festival que nos trae cada otoño Babylon.
Por cierto, una chulada Manifiesto y Pongo Manchego...
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