CUENCA: SINIESTRO TOTAL
Siendo Siniestro Total un gran grupo musical gallego, en este caso se trata de siniestros laborales, accidentes que suceden con resultados dramáticos para la clase trabajadora, sus familias y entornos próximos, incluida la empresa afectada.
Menos mal que Cuenca es una de las ciudades de la España Vaciada porque si no fuera así la siniestralidad laboral sería, sencillamente, insuperable. Siendo como es en número de habitantes, la segunda o tercera empezando por la cola, es la primera en este indeseable ranking a nivel nacional.
Pero ante todo mucha calma, que dirían los siniestros gallegos, la gente de Cuenca no es de otro planeta, aunque puede que quienes tiene algún tipo de responsabilidad en la seguridad laboral lo sean un poco.
Yo trabajo en un instituto de educación secundaria, bachillerato y formación profesional, en el que no hay rampas, ascensor ni mantenimiento suficiente para minimizar los deterioros inevitables. Es público. Somos casi mil personas las que lo habitamos a diario, con edades comprendidas entre los 12 y los 70 años. Hace mucho tiempo que no cumple con las normas de accesibilidad obligatorias para los edificios públicos. Las reivindicaciones de los equipos directivos a la administración son constantes.
Si trasladamos el ejemplo anterior a cualquier otro ámbito laboral, público o privado, resulta que la seguridad laboral no importa, a nadie. Aunque las voces sindicales no hayan dejado nunca de ponerla sobre las mesas de negociación y de diálogo. ¿Por qué? hay algo que interesa más que la seguridad, que la vida...¿la ganancia, más por menos?, es el capitalismo amigo, cómodamente instalado en la administración desde tradiciones antidemocráticas que mantenemos porque a alguien le interesa. Unos pocos salen beneficiados del riesgo de la mayoría. La desigualdad es lo que está en el fondo, faltaría más, los cuidados que se hagan en casa, si se pueden, que en el tajo hay que jugársela.
¿Qué más tiene que pasar? Incluso los algoritmos arrojan una realidad siniestra.
La conciencia se crea también desde la cultura pública y sus representantes han de velar porque se consiga, disponen de medios y tiempo para ello. No es verdad que la culpa es de la víctima siempre.
No hay comentarios:
Publicar un comentario