SALUD MENTAL!!

 NECESARIA SALUD MENTAL

Últimamente  hay ecos sobre la salud mental en muchos y muy distintos contextos. 

En la última semana los he oído en la fiesta de graduación del alumnado de 2º de bachillerato, en el discurso de despedida hacen referencia a la importancia que tiene en sus vidas estar bien psíquicamente para abordar, sin perder demasiado en el intento, los estudios preuniversitarios y la presión de la nota de corte de la EVAU. 

En la prensa, lamarea.com, escriben sobre el "bonus psicológico" de la política italiana consistente en subvencionar terapias a la población más vulnerable con parte del dinero que el gobierno italiano espera recibir de Europa porque las consultas a los servicios de salud mental privados y públicos han aumentado tanto que está en juego la vida de un número muy elevado de población, sobre todo entre los 20 y 30 años. 

En el Taller de pensamiento que realizan en la Biblioteca Pública Fermín Caballero de Cuenca, ayer mismo, presentaron un libro sobre el equilibrio interior y sus autores defendían la necesidad imperiosa de alcanzar la serenidad para vivir bien, para lo que proponen quince claves (Equilibrio interior, Feliciano Mayorga y Coral Revilla, Kairós, 2021). 

En el trabajo tengo compañeros y compañeras angustiados, ansiosos incluso deprimidos que toman química para llegar al fin de semana sin demasiados bajones emocionales. 

Entre conocidos y familiares encuentro a quienes están de baja, de larga duración, por no estar bien psicológicamente, a quienes van a consultas periódicas con terapeutas y también a quienes van a consulta psiquiatra.

Vivimos una circunstancia compleja y nos falta estabilidad ante lo inestable que supone tal complejidad, ya sea económica, laboral, sanitaria, de relaciones personales, enfermedades, soledades, acosos, distancias físicas, frustraciones, preocupaciones más o menos constantes e insignificantes, insomnios, suicidios de hijos/as, de padres, de parados/as, desahuciadas/os, de dependencias, noticias, un mundo muy cambiante y poco sólido para apoyar los pies y descansar, para respirar mirando al horizonte. 

Los últimos años han sido tan bestiales que aun nos cuesta asimilar los estragos. Estamos en ello y nos encontramos con que somos el país europeo con menos psicólogos por habitantes, que la sanidad pública está colapsada, que la educación no acaba de atender la asignatura de la salud mental, que una parte de la clase política, derecha y ultraderecha, desprecia a las personas enfermas psíquicas, que la competitividad sigue siendo la norma en la vida cotidiana que aparece en los medios, en las redes, en el deporte, en la moda y en la pareja.

Tantas exigencias y tan pocos recursos. Deberíamos repensar nuestro estilo de vida, si es que queremos vivir mínimamente bien, con dignidad.