CASTILLO de BURGALIMAR
Baños de la Encina, Jaén
A Palmira
Sucede en este pueblo que sorprende lo que ves, todo parece una cosa y descubres otra, empezando por la guía turística que enseña el original Castillo hablando desde el conocimiento del sitio como propio, como quien lo ha habitado de niña y adolescente, como quien lo ha recorrido, lo ha bailado, lo ha festejado y lo ha jugado durante años y otros tantos contados y rememorados en casa, en la pandilla y en la escuela. Precisamente por enseñar así el Castillo se aprecia de manera diferente cada piedra, almena (14 árabes y 1 cristiana), estancia y hasta las vistas geográficas desde la Torre del Homenaje resultan salpicadas de personalidad vivida, de cotidianeidad, de población.
Es un Castillo peculiar desde su origen, sus sucesivos usos, dueños y contextos, su reconstrucción cuidadosa y su entorno, un enclave natural que mira a Sierra Morena y con una falda de olivos interminable.
La arena y las piedras durante la II República empezaron a aflorar civilizaciones desde la prehistoria, reconocidas como la romana, la árabe, la cristiana, a lo largo de los siglos con templos, casas, aljibes, calles y murallas. Hay restos, pocos porque se llevan a los museos para ser protegidos y estudiados, que nos dan una idea de lo que hubo y lo que se vivió, de cómo eran las poblaciones que nos precedieron y nos conformaron en costumbres, lenguas, religiones, defensas y ataques, asaltando y protegiendo.
Cuesta creer que siga en pie ya que sus muros son tapiales, perfectamente reconocibles en tamaño y modo de ejecución. Estuvo encalado y adornado con cenefas, queda alguna flor para que podamos recrear una muralla blanca, decorada, imponente sobre la colina, visible a mucha distancia.
Un sitio que merece la pena, es retroceder muchas civilizaciones anteriores a la nuestra con sus influencias culturales y religiosas, impresionante como lo bien cuidado tienen el castillo!! Una excursión muy recomendable
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