sábado, 18 de marzo de 2023

ALIMENTANDO OSSORIOS

 FACILITANDO, QUE ES GERUNDIO, EL ABUSO DE PODER...

El penúltimo caso bochornoso de Abuso de poder lo protagoniza Ossorio, uno de los hombres más ricos de la Administración de la Comunidad de Madrid cobrando ayudas sociales y afirmando públicamente que seguirá haciéndolo mientras pueda de acuerdo con la ley.

Que las leyes tengan agujeros por donde se puede sacar provecho no es ninguna novedad. Desde mi adolescencia conozco casos de gente rica cuyos hijos/as obtenían becas de estudio tan altas o más que la mía, que nunca he sido rica. ¿No se sabía cómo fulanita y fulanito eran becarios como yo? pues no había que ser un superdetective para saber que ahí había fraude, con solo ver nuestras ropas o calzados se advertían enormes diferencias económicas, si además se comparaban casas, coches o vacaciones familiares la cosa no arrojaba la más mínima duda.

Que yo sepa nadie denunció lo obvio y esas familias de bien siguieron obteniendo becas para sus criaturas mientras estas estudiaron.

A la vez, alumnado de clase media y baja no solicitaba estas ayudas, por desconocimiento o por no saber cómo hacerlo, aunque también había un cierto sentimiento de vergüenza si se sabía que eras becaria/o ya que suponía que en casa se era pobre como para pedir al gobierno para poder estudiar. Curioso, este sentimiento entre las familias ricas no existía...claro, es que estas eran ricas y se sabía, no tenían nada que ocultar y mucho menos de lo que avergonzarse.

La tradición ha forjado profundamente la enseñanza de ganarse la vida sin necesitar ayudas ajenas entre la población más vulnerable, mientras que entre quienes tienen de todo de sobra se ha instalado igualmente de profundo la enseñanza de si puedes obtener gratis las cosas hazlo aunque no lo necesites, sin pensar que al obtenerlo se lo impides a otros que tal vez lo necesiten más que tú, o incluso pensándolo, sin problemas de conciencia ni de cualquier otro tipo como por ejemplo ético.

Como hace mucho que dejé de ser adolescente, esta educación no formal está más que interiorizada en nuestra cultura y posibilita casos como los Ossorios madrileños. No ven nada inmoral en pedir y recibir ayudas que no necesitan y que les quitan a otros que sí las necesitan. Alardean públicamente de ello.

¿Por qué nos sorprende entonces y ocupa titulares de prensa?

Me temo que cambiar nuestra cultura no es fácil, sin embargo sí debería serlo corregir todas las desigualdades sociales por ley, al fin y al cabo, aunque solo sea por el nombre de nuestra organización política: Estado social y democrático de derecho, según el artículo 1.1 de la Constitución. Ojalá este caso, como tantos otros sirva para esto, para revisar cada término de la nuevas leyes antes de ser aprobadas y puestas en vigor. De lo contrario, por mucho que pueda escandalizar a una parte de la sociedad, este caso sólo servirá para mostrar el carácter cultual español inmutable caiga quien caiga, mientras interese a quienes pueden hacer fraude seguirá pasando.


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