TEATRO

 ...EL TEATRO ES PURA VIDA...

Ojos y boca riendo o llorando...el caso es que hacen ambas cosas, el teatro es eso, hacer reír, llorar, también pensar, rabiar, odiar, desear, reconocerse en os personajes y las situaciones que se representan en el escenario. 

Oír voces que emiten palabras que has podido decir tú en alguna ocasión, que te han podido decir a ti alguna vez, con los gestos que dicen igualmente, que muestran el silencio, ese personaje imprescindible en toda obra, en toda vida.

Acabo de terminar Vida de Galileo, de Bertolt Brecht, con mi alumnado de bachillerato y sigo comprobando que es una de las mejores lecciones de Filosofía que pueda enseñarles. Hacer hablar a unos cuantos personajes sobre temas variados en lugares comunes o extraños, parece difícil a juzgar por el número de dramaturgos/as que solemos conocer frente a cualquier autor/a de novela o ensayo, y sin embargo resulta de lo más fácil de entender. 

Frases que se enfrentan a otras frases, pensamiento contra pensamiento, con matices y alternativas, originando posibilidades nuevas o antiguas, mostrando variedad y diferencias...en las voces, en las propuestas, en las posiciones, en las defensas, en los ataques, en las refutaciones, en los acuerdos y los consensos.

Cómo nos gusta vernos, cómo nos atrae sentirnos, reconocer la historia, los mitos, el presente y adivinar el futuro imaginando lo que será de la mano de las luces, la música, el baile y la escenografía entera. Por ahí aparecen sus cuerpos con mensajes que son resignación, advertencias, humor o violencias.

Sobre las tablas pasa la vida entera desde su nacimiento hasta su final, a veces se detiene en los viajes, los amores, la política, los crímenes, las injusticias, las venganzas, las diferencias de clases y los parecidos lejanos. Todo con su pizca de más y su exageración por si alguien no se entera de la vaina. Todo con su punto de discreción y sutileza por si la censura aparece y obliga a clausurar. En el teatro, todavía, hay cosas que se pueden hacer y otras que no, cosas que se pueden decir y otras que no, porque los escenarios reflejan la sociedad y esta, a veces, es coqueta y no quiere que la vean desnuda, la verdad a palo seco puede resultar insoportable, de ahí que el teatro sea un arte, el más grande ya que en él caben los demás.

Hoy debería ser obligatorio ir al teatro. ¡¡Largo teatro a la vida!!