Por favor señor alcalde y miembros del Pleno Municipal del Ayuntamiento de Cuenca, aunque estamos en período electoral y vemos cómo se arreglan baches, acerados y pinturas de la vía pública, les pido que no se ocupen de arreglar las escaleras del Barrio del Grupo La Paz. Las personas que trabajamos por la zona y llevamos a nuestros hijos al colegio y al instituto no queremos que nuestros impuestos sirvan para mejorar nuestra seguridad y la de nuestras familias. Que no se preocupen por encontrar empresa que arregle estas escaleras, ya que los trabajadores municipales no pueden acometer los trabajos, el alcalde sabrá por qué, así las empresas seguirán cobrando a sus clientes y no tendrán que esperar a que la administración les pague pasados algunos meses después de acabar su contrato. Privatizar servicios públicos significa no poder acometer obras públicas.
Que no arreglen nada de esta zona por favor. Nos sirve para entender la política municipal perfectamente. Tenemos peldaños rotos de hace una década, de hace cinco años y de ayer mismo, son un eje cronológico vivo, contemporáneo, que cualquiera puede estudiar y entender, esta escalera es la prueba contra los negacionistas que niegan que hay barrios de primera y de segunda categoría y alardean de que todos los barrios de la ciudad son iguales, de que los impuestos no tienen sesgos zonales de ningún tipo a la hora de gastarlos, en definitiva, estas escaleras están ahí para demostrar el buen hacer del Ayuntamiento por la ciudadanía conquense, ahí es nada.
En la primavera de 2023 ya no veo subir ni bajar a las mujeres mayores de los bloques del Grupo, ni a sus vecinos de cierta edad pasear a sus parros en los parques que rodean los tramos más peligrosos. Sólo algún que otro adolescente que quiere acortar tiempo y espacio en sus traslados urbanos se atreve a correr riesgos de lesiones, siempre incómodas y dolorosas a cualquier edad.
Toda la ciudad está invitada a conocer el estado municipal del Ayuntamiento de Cuenca. Vayan a la Plaza del Romero y prueben a subir y bajar el tramo mayor de escaleras, sentirán algo grande, como con la tirolina, e histórico.
Gracias alcalde y concejales, todos sois responsables de esta joyita conquense que, sin duda, es la envidia de todos los barrios. De hecho, hay algunos que ya la están imitando y también pueden enseñar a toda la ciudad sus escaleras inviables, acerados intransitables y parques salvajes, por no hablar de la decoración del río en ambas orillas. Así alimentamos el dicho de Cuenca es única, sí señor, patrimonio de la inhumanidad.
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