12, 13, 14
12 años la chica, víctima, 13 y 14 los chicos, violadores. Logroño, abril 2023.
La mayoría de expertos que hablan de violaciones en grupo hacen referencia a tres cosas: educación sexual, porno en internet y redes sociales. Parece que hay tantos casos que las conclusiones están bien fundamentadas y documentadas, incluso cada nuevo caso se puede tipificar porque ya hay una taxonomía del delito y un perfil de delincuentes y víctimas. Ya es algo asumido y asimilado a la cultura del derecho y de la psicología social.
Igual que con los asesinatos de mujeres, la conciencia ciudadana no acaba de tomárselo en serio, exceptos las familias de las víctimas supongo. Puede que sea un tema de conversación menor, que apenas se hable de él aunque aparezca unos segundos en los telediarios, o unos minutos si hay morbo de por medio.
Ahora que estamos en campaña electoral, abiertamente, ¿qué políticos o políticas mencionan estos casos como preocupación social, cuáles abordan en sus programas electorales la educación sexual, la pornografía en internet y el poder de las redes sociales para violar, qué partido político insiste en atender a quienes son menores que pronto serán mayores?
Cuando las administraciones responsables quieran poner remedio ya será tan tarde que incluso ellas mismas tendrán a violadores y víctimas en sus cargos y no estarán en condiciones de abordar el tema como merece, así que las soluciones serán fallidas ya desde el momento en que salen. Tenemos ejemplos de políticos que deciden sobre nuestras vidas que son negacionistas en muchos ámbitos de la realidad palpable, también en lo referente a las violaciones y la violencia de género. Poca esperanza por ahí.
Tal vez porque trabajo con adolescentes, este asunto me sigue revolviendo el estómago, y no puedo evitar poner cara a los violadores, la de mis propios alumnos, y a las víctimas, las de mis propias alumnas, además de tener familiares de estas edades a los que, por supuesto, no me quiero ni imaginar en uno u otro caso. Por esto creo que la educación sexual, la pornografía en internet y el uso de las redes sociales han de estar en la agenda de prioridades de cualquier responsable público a todos los niveles, pero también que se debe analizar y dedicar todo el tiempo necesario desde los medios de comunicación, desde los currículos escolares ya sean en enseñanzas básicas como superiores o de ciclos formativos, ha de estar muy presente en la publicidad y en agentes socializadores como la música, el deporte o los videojuegos.
Estamos permitiendo una cultura de la violación sin hacer nada para evitarlo, ¿por qué? luego se dirá que si el feminismo va que si el feminismo viene. ¿Hasta cuándo seguiremos cultivando la violencia de género impunemente?
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