CONTRA LA CENSURA, CULTURA
La Infamia, ToledoMe temo que este lema está de rabiosa actualidad. Y no es para menos. Cualquiera que sienta una mínima sensibilidad por el arte, en una u otra manifestación del mismo, se echará las manos a la cabeza porque no es posible que en pleno siglo XXI, una democracia de más de 40 años, impida obras de teatro como en plena dictadura franquista del siglo XX.
PP y VOX toman las instituciones gracias a la Constitución y lo primero que hacen es faltar a sus principios más básicos y fundamentales como la libertad y la igualdad. Mintiendo sobre presupuestos, ya que se suben el suelda según toman posesión de los cargos, eliminan actuaciones culturales que representan la libertad y la igualdad, precisamente las bases y fundamentos de la Constitución española que enmarca nuestra democracia y que tanto nombran para diferenciarse de otras formaciones políticas.
Esta falta de respeto a la ciudadanía no es admisible bajo ningún concepto. La fiscalía debe actuar de oficio en los ayuntamientos y comunidades autónomas donde se viole la Constitución, y la gente también tenemos que implicarnos ante el atropello brutal de nuestros derechos y libertades democráticas en el ámbito cultural, ese tan necesario que sirve para pensar y sentir de muchas maneras, para experimentar y conocer otras vidas e incluso la propia, ese que nos hace más humanos, empáticos, respetuosos y solidarios, justo lo contrario de la censura que solo alienta la división, el odio y la violencia.
Esto ya nos ha pasado antes. Los maestros y escritores fueron fusilados sin miramientos. Ahora el teatro y el cine están siendo prohibidos con excusas mentirosas. ¿Es que no hemos aprendido nada, es que nuestras instituciones no han cambiado, es que nuestra sociedad no se ha democratizado un poquito?
No se debe gobernar dictatorialmente en 2023 ¡¡ni saliendo de las urnas!!
En apenas un mes han sido capaces de rescindir contratos y contraprogramar ¿de qué serán capaces en toda una legislatura? Urge tomar medidas serias y contundentes ante tales atropellos culturales que nos llevarán de nuevo a las cavernas fascistas de las que cuesta mucho salir. Pero ya lo sabemos. Ahora no es nuevo. La fuerza democrática de una sociedad tiene que salir a la luz impidiendo el retroceso de derechos y libertades que nos hacen mejores, que nos facilitan la vida y la engrandecen en el presente y de cara al futuro cada vez más globalizador.
El teatro y el cine son formas de expresión artística propias de nuestra cultura tan arraigadas que se usan como pedagogía, como herramientas psicológicas, terapéuticas, festivas, reivindicativas, simplemente artísticas, son un medio básico de nuestro modo de expresión y comunicación, especialmente social, que desde lo individual puede llegar a todo el mundo. Frenar estos medio de expresión es contraculturalmente peligroso.
La policía de lo moral, de otros países teocráticos, fundamentalistas, está a la vuelta de la esquina si permitimos la censura.
Aunque solo sea por los que mataron no debemos permitirlo.
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