JULIO 2023:
Pamplona, Salou, Logroño, Valencia, Málaga, Girona, Barcelona y Utrera
No solo hay calor y pactos de gobierno durante el mes de julio en España.
La violencia de género sigue protagonizando la vida de muchos lugares de nuestro territorio, tórrido y electoral, llegando a ser ocho las mujeres asesinadas, según cifras oficiales, durante este mes de Julio.
Nuestra cultura no acaba de cambiar en materia de Igualdad, de Respeto. En verano muchos hombres, demasiados, degüellan, golpean, estrangulan, apuñalan, asfixian y acuchillan a sus parejas o exparejas. Desde que se analiza, porque se registra y atiende la realidad de la violencia de género, se sabe que cuando se pasa mucho tiempo junto al maltratador puede que se convierta en asesino. Las posibilidades son muy altas y desgraciadamente así sucede verano tras verano, de hecho este mes de julio ha sido especialmente asesino.
Son muchas las medidas que la Administración de Estado, las Comunidades Autónomas y los Ayuntamientos ponen a disposición de la ciudadanía, pero nuestra cultura machista no nos permite si quiera estar informados al respecto. Poca gente sabe a qué número se puede llamar en caso de cualquier tipo de violencia de género, poca gente sabe dónde están los puntos violeta en sus localidades, además el personal sanitario, judicial y de fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado deben tener formación en este tipo de violencia para asistir a las víctimas. Sin embargo ahí están las cifras.
La VIOLENCIA DE GÉNERO MATA cada semana en nuestro país. Hombres asesinan a sus parejas o exparejas cada semana, en plural. No es tolerable. Vivir en una sociedad democrática y moderna no es compatible con el crimen a las mujeres, así que, me temo, que no somos ni demócratas ni modernos en España si seguimos consintiendo esta barbaridad criminal. Cada representante político que niegue esta violencia ha de ser denunciado, expulsado de su cargo y obligado a saber qué está sucediendo cada semana aquí, en nuestra querida España, de la que llevan banderas manchadas de sangre de mujeres asesinadas por su maridos o novios o ex.
No vale solo desear que se acabe esta lacra insoportable de inhumanidad, tenemos que actuar contra quienes maltratan y permiten los malos tratos, contra quienes niegan la realidad y así desprecian el feminismo, contra quienes aceptan cifras de mujeres asesinadas como olas de calor, incontables ya...está en nuestra mano ser sensibles ante la violencia de género, denunciarla y proteger a las víctimas, también argumentar claramente ante quien la desprecia, se ríe de ella, la camufla con palabras inexactas o disimula sus responsabilidades.
Han resurgido las manadas de hombres violadores, jóvenes, orgullosos de ir en grupo acechando y violando mujeres, jóvenes, parece que fueran alentados por una especie de masculinidad de otra época en las que los derechos y las libertades solos eran de unos pocos, hombres. Qué peligro tienen las fiestas, verbenas, discotecas de verano y otros lugares propio para las multitudes, las noches largas y los grupitos de machitos porque encuentran excusas, circunstancias favorables para pasar desapercibidos y poca vigilancia. La tranquilidad, la relajación y la seguridad de las jóvenes pueden transformarse en una horrible experiencia de por vida. Así que en casa, toca a las familias sacar el tema, tratarlo seriamente y con argumentos claros, directos.
Ojalá agosto no sea agosto en violencia de género.
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