INFOCRACIA
Byung-Chul Han
Taurus, 2022
Después de leer la novela de Belén Gopegui Te siguen (https://lalechuzaendiciembre.blogspot.com/2025/08/te-siguen.html), este ensayo abunda en la temática sobre el poder del control mental, moral, ético y social que adquieren determinadas empresas multinacionales a través de los algoritmos en los dispositivos electrónicos. La era digital ordena el mundo y desaparece la iniciativa personal, por lo tanto el corazón de las democracias no puede existir porque la autonomía, la libertad de pensamiento y de acción ya no son auténticas sino inducidas. La tecnología de la información digital hace de la comunicación un medio de vigilancia, dice Han en la página 14.
El filósofo lo explica bien, con ejemplos claros de la actualidad. El poder que tiene la información es ilimitado para controlar la acción y el pensamiento humanos. Infocracia, característica del siglo XXI, capaz de acabar con los sistemas políticos practicados hasta ahora incluido el democrático más avanzado y progresista.
A través de los cinco textos que componen este ensayo, se van desgranando definiciones, descripciones y situaciones que dibujan el panorama del mundo contemporáneo. Según avanza el contenido filosófico es mayor, las referencias obligatorias a quienes han cuestionado el estado mundial del siglo XX, Arendt y Habermas, son necesarias pero insuficientes para el análisis del surcoreano, porque ninguno de los dos imaginaba lo que sería un control absoluto del ser social e individual de la humanidad.
Tal vez Habermas, aún vivo, reaccione ante la actualidad y rehaga su idea de acción comunicativa, destrozada hoy por la digitalización constante de la vida.
Las resignificaciones de palabras pilares para el mundo humano consiguen construir otros mundos, pero están en este. La verdad, la democracia, el consenso, ya no significan lo mismo que antes de la era digital. La mentira o fakes, la manipulación, lo falso, cobra sentido de autenticidad, de única realidad imposible de derribar.
Contrapone el régimen de la información con el régimen de la disciplina. Este dualismo explica cada aspecto social del mundo. Se enfrentan como un dualismo platónico (no faltan las referencias al mito de la caverna, claro), como oposiciones orwellinas o modelos a lo Huxley (referentes citados oportunamente). Sin embargo, la realidad supera a la ficción, a cualquier ficción por muy distópicamente planteada hasta ahora, porque el capitalismo de la información nunca había sido pensado en todo su potencial y hoy es una realidad.
Nos creemos libres, autónomos, autores, creadores, que nos motivamos a nosotros mismos, cuando en realidad estamos manipulados hasta el tuétano por la digitalización omnipresente, como muestra el uso del móvil.
Desmonta algunas trampas como la de la transparencia. Creemos que es buena pero solo oculta y es oscura ya que exhibe lo que el sistema quiera, a modo de fenómeno y noúmeno kantianos (otro dualismo).
Resultan oportunas las crítica nietzscheanas a la cultura, descorazonadoras las propuestas de Rousseau sobre la voluntad general. Son dos ejemplos más de relación con la Historia de la Filosofía Occidental que nos brinda la obra.
Como está escrito hace poco, no faltan alusiones a Trump y sus políticas digitales que hoy podemos comprobar.
Constata la debilidad de las democracias, prácticamente están en peligro de extinción por el capitalismo de la digitalización que convierte en mercancía la voluntad de los seres humanos a gran escala, a dimensión planetaria, gracias al conductismo digital producido por los datos, la acumulación de datos personales que inconscientemente regalamos para que nos conozcan mejor que nosotros mismos y así anticipar nuestra vida, proyectarla y realizarla por nosotros.
Así no puede haber democracia, sus valores no tienen lugar ni tiempo.
Muchas de las páginas pueden ser clases de Filosofía, materia de estudio, en institutos y facultades porque plantea los problemas con claridad y argumenta con contundencia.
No hay comentarios:
Publicar un comentario