MALI TWIST

 MALI TWIST

Robert Guédiguian, 2021

Cómo cambia el drama con banda sonora. Cómo se entiende las diferencias intergeneracionales si hay música de por medio. Cómo se explican bien los cambios culturales con la música del momento...en fin, cómo la música es parte inseparable de nuestro modo de ser y estar en este mundo.

Acontecimientos históricos de gran tragedia humana, que suponen injusticias de primer orden, que son abusos y violaciones sistemáticas, unas tras otras, en todos los nombres políticos y religiosos posibles, en todas latitudes planetarias, suceden, han sucedido y seguirán sucediendo. Pero cuando el cine nos los muestra así, como en esta película, nos sensibilizan a pesar de las distancias espaciotemporales, de las religiosas y económicas. El buen cine tiene esta virtud de hacernos empáticas/os con todo lo humano por muy alejado que nos quede, de hecho, consigue acercarnos a realidades y sentirlas como propias. Eso hace Guédiguian en esta película.

Las descolonizaciones no pueden ser buenas porque el poso de las colonizaciones es brutal. Si de entrada se usa la violencia, de salida también. Si lo que manada es el interés económico de unos pocos esos pocos se impondrán caiga quien caiga. Hay tantas tragedias evitables que fijarse en las invasiones nos hace perder la perspectiva de lo que tenemos en el presente delante de nuestras narices.

Revisar los mapas es un buen ejercicio de tomar conciencia sobre Occidente en el mundo, para bien y para mal. Es bueno también para concienciarse del papel que juegan las fronteras, de todo tipo, las físicas y las mentales, ambas nos definen y definen nuestros actos.

Alguien dijo al salir del cine "siempre perdemos los mismos" y quienes le oímos nos reconocimos en la afirmación...hay que ver esta película para hacer esta y otras afirmaciones de vez en cuando. 

Asuntos humanos, demasiado humanos, como la violencia de género, los fundamentalismos religiosos, políticos, nacionalistas, los abusos económicos, armamentísticos, patriarcales, recorren la trama entre la vitalidad de la juventud, del deseo reprimido y otras pasiones más o menos deseables o indeseables. Eso sí, con un ritmo musical que suaviza la visión del drama.

Por supuesto, la película está muy bien hecha en todos los sentidos, técnico, paisajístico, actoral, musical, histórico y dinámico. ¡¡¡Muy recomendable!!!