lunes, 18 de diciembre de 2023

EL MAESTRO QUE PROMETIÓ EL MAR

 EL MAESTRO QUE PROMETIÓ EL MAR

Patricia Font, 2023


El estado de la memoria histórica no está muy bien en nuestro país. Todavía cuesta hablar de los asesinatos franquistas y esta película cuenta uno de tantos a un maestro. Está basada en nuestra realidad, lo que vemos en la pantalla refleja el trabajo vocacional de miles de españoles y españolas en su afán por educar a la población donde quiera que esta estuviera, así fuera en un pueblecito de Burgos en el año 1.935, ese lugar que es cualquier otro lugar de nuestra tierra, plagada de fosas con cuerpos de inocentes, tan solo es un ejemplo, un caso de miles. Hombres y mujeres en medio del campo, en cunetas, cerca de cementerios, o en no se sabe dónde. Un maestro de un pueblo de Tarragona que le tocó ejercer en un pueblo de Burgos. Allí aplicó pedagogías novedosas y enseñó maravillas a niñas y niños cuyas familias no sabían leer ni escribir.

La tarea de sacar a la luz los huesos de los fusilados para identificarlos es muy lenta, y se obstaculiza desde ciertas instituciones afines al franquismo, que haberlas haylas todavía. Es un asunto del que nadie quiere hablar en ningún momento, en casi ningún lugar. Menos mal que esta película puede ser la excusa para hacerlo, creo sinceramente que es necesario saber la verdad.

Una asociación de un pueblo de Burgos contacta con la de la Memoria Histórica y realizan excavaciones de fosas franquistas sacando bastante material identificable con ADN de familiares, empeñados en descansar alguna vez de ese dolor que se llama injusticia, olvido y desprecio.

Una joven barcelonesa llega poco antes de que la excavación acabe y consigue encontrar noticias de su familiar, bisabuelo materno, porque estuvo en ese pueblo y vivió con un maestro que enseñaba a las niñas y niños a realizar cuadernos, imprimirlos, intercambiarlos con otros colegios y países, y quiso llevarlos a ver el mar Mediterráneo. Las vidas cruzadas en el tiempo de la joven de 2010 y del maestro de 1935 componen la trama que transcurre en el mismo espacio.

Ir y volver al pasado sirve para relacionar causalidades y efectos.

El golpe de estado de 1.936 impidió el progreso, la cultura, las posibilidades de tanta gente que tendríamos que hacer lo posible para saberlo y para que no se repitiera ni de lejos. El fascismo asesino se llevó a maestros y maestras republicanas, rurales, capaces de abrir mentes con libros, dibujos, excursiones, juegos, teatros, que habrían supuesto avances en todos los campos del saber si hubieran podido continuar más allá de cinco años (Asi que pasen cinco años, escribía Lorca en 1.931, cinco años antes de que lo asesinaran. Todavía no sabemos dónde están sus restos).

Nadie que se dedique a cualquier nivel de docencia puede salir del cine sin emocionarse. Yo tuve que suspirar hondo varias veces para poder hablar, como la mayoría de la gente que estaba en la misma sala y guardaba silencio, incluso cuando se encendieron las luces y nos dirigimos a la salida.

Mantener el miedo, amenazar, surte efecto entre la población pacífica. Torturar al maestro, exhibirlo en la plaza y dispararle un tiro en la nuca, eran actos repetidos a diario, actos de barbarie, violencia e inhumanidad, tan brutales que dejan desarmados a cuantos están en contra, los silencian, los humillan, los domestican para que sirvan al poder golpista a base de soportar escarnios.

Esta película, al rendir homenaje a las personas defensoras de los valores más elementales de la democracia, repara un poco el olvido y la ignominia, nos hace sentir algo de justicia y reparación, las que no tuvieron las víctimas reales, sus familiares más directos. Parece que al llorar cuando matan al maestro lloramos por todas las demás asesinadas y acompañamos en el sentimiento a tanta gente, muchos menores, que nunca tuvo consuelo ni apoyo sino todo lo contrario.

Gracias al cine podemos recuperar la memoria histórica y entendernos mejor. Gracias a este tipo de cine nos acercamos a lo que también nos hace humanos, el reconocimiento de los genocidios y el valor de impedirlos siempre. Mi más sincera enhorabuena a la directora por realizar esta obra.

El elenco de actores, las localizaciones, el guion, la música, todo el trabajo artístico y técnico ayudan a que sintamos mejor la historia real. Nuestra sociedad no es amnésica, esto debe tener consecuencias en el presente y tener claro desde todas las instancias de poder que no debemos permitir otro 36.


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