viernes, 3 de enero de 2025

UN LOBO DENTRO

 UN LOBO DENTRO

Pedro Mañas, Nube de tinta, 2024


Parece que las novelas juveniles tienen que tratar de misterios, ciencia ficción, aventuras o terror. En este caso todas estas temáticas están presentes pero sin ser protagonistas porque la trama principal, contada en primera persona, es el acoso escolar, en el instituto, en las redes y sobre todo en las mentes de niños y niñas, jóvenes y adultos víctimas de estas relaciones tan destructivas.

Usando una metáfora, la de llevar en el interior de uno mismo un lobo, el autor relata la historia de Jacob cuando alimenta a un lobo bueno y cuando alimenta a un lobo malo. Para ello usa personajes estereotipados para que sean fácilmente reconocibles y podamos identificarlos sin lugar a dudas, porque las confusiones vienen de otro sitio, de personajes que sorprenden, introduciendo elementos inesperados y dando así un toque de originalidad.

Me parece un gran acierto dedicar muchas páginas a cómo se siente la persona acosada respecto a sus deseos o gustos. Aquí se anulan completamente, es una cuestión de supervivencia, aunque tenga que comportarse de la manera opuesta a lo que quiere hacer o decir.

Alimentar a un lobo o a otro depende de muchos factores. Plantar cara a quien te acosa es muy difícil, de hecho pocas víctimas lo consiguen. Hace falta una buena red para saltar, tejida por personas amigas, familiares, profesorado y profesionales de salud mental. Una red que no se rompa ante las constantes embestidas que propinan los acosadores y sus necesarios acompañantes, cobardes y cómplices.

La soledad e incomprensión que sufren las víctimas de acoso son de consecuencias muy duraderas. El protagonista se pregunta cómo es que nadie lo ve, nadie ve cómo sufre, nadie nota su transformación, su dolor y su convertirse en otra persona. Esto sucede a la vez que otros cambios naturales del crecimiento y la personalidad, tal vez por esto sea difícil diferenciar unos cambios de otros. Si además todo sucede mientras las familias están pasando por sus propios trances, si el profesorado no está formado ni tiene tiempo e conocer bien a su alumnado y, por si fuera poco, los servicios públicos de atención psicosocial están saturados por falta de personal, la cosa se pone muy mal para que se tejan esas redes salvavidas.

La novela entretiene por el ritmo de las acciones, las subtramas que aportan recursos al protagonista y la importancia del cómic, como si quisiera ser una novela gráfica. Los cambios que protagonizan tres o cuatro personajes también imprimen interés. Por último el lenguaje utilizado es más que adecuado para todos los públicos, consigue transmitir sin dificultad la gravedad del acoso y la importancia de hablar desde el principio. Jacob tiene una hermana pequeña a quien le pide que se chive siempre. Esa es la lección, que el miedo cambie de bando, junto con la esperanza de que todo el mundo puede cambiar, aquello de las segundas oportunidades.

El trabajo en clase está servido...

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