"ARANCELES ANÍMICOS" SEGÚN J.J.MILLÁS
A vivir que son dos días, Javier del Pino, 2/2/25
Esta mañana desayunaba con el programa radiofónico que sintonizo los domingos y escucho a Millás pronunciar la expresión "aranceles anímicos" a propósito del comportamiento de Trump con la inmigración y los servicios públicos por un lado y con el comercio con Canadá, México y China por otro. Los tributos sobre bienes empiezan a serlo también sobre estados de ánimo, especialmente sobre los de los votantes trumpistas que se ven afectados negativamente por su propio voto.
¿Qué ánimo tendrán las personas que están siendo deportadas, los funcionarios que han sido despedidos, que hace pocos meses votaron a D. Trump? Ya han empezado a pagar sus aranceles, de hecho, han sido las primeras víctimas de la arancelitis trumpista, nuevo modelo político de USA que se acaba de estrenar y se dispone a poner patas arriba la democracia, los derechos y cualquier atisbo de humanidad.
Poco después, en el programa matinal, Millás ha dicho "arancel psicológico en el PP" porque Gonzalez Pons ha descalificado al presidente norteamericano y los máximos representantes de su partido, la derecha española más famosa, se ha puesto de perfil, tal vez pagando un tributo mental por ser compañera del eurodiputado y celebrar el triunfo de Trump. Cosas tan contradictorias se están viendo en el PP estos días, sin ir más lejos el cambio de rumbo respecto al escudo social del gobierno.
¿Qué ánimo tendrán Feijoo, Ayuso, Gamarra o Tellado cuando escuchan a su colega González Pons después de haberse alegrado tanto en público por los resultados electorales en EEUU? Puede que celebren las deportaciones masivas, los despidos a funcionarios, los aranceles a Canadá, México y China mientras defienden a su eurodiputado en Bruselas, total la esquizofrenia del PP es todo un clásico, ahora dicen que hay que respetar a los jueces cuando no hace tanto los despreciaban por sentenciar que son un partido corrupto, que se equivocaban sobre la policía patriótica o que el borrado de ordenadores a martillazos era normal, vamos la caja B y alrededores (ver lista, inacabada, de casos de corrupción del PP, nada aislados, a parte)
La expresión del valenciano no es solo una ocurrencia de su original mente de buen escritor es todo un diagnóstico social, que describe acertadamente la geopolítica mundial a nivel personal, con sintomatología clínica. El lenguaje economicista, que lo abarca todo y a todos, se une al mental y juntos ordenan el mundo, la cosmovisión contemporánea made in USA que salpica al globo entero.
La lucidez de Millás nos aclara, otra vez, con acierto la gravedad por la que atravesamos en estos momentos. Poner nombre a las cosas supone estimarlas y ser consecuente con ellas, con lo que de ellas se desprende y con lo que se debe hacer contra ellas para vivir mejor.
Una lección más, al poner en delante de nuestras narices, los matices humanos en las decisiones políticas mundiales. Ironizaba el periodista Del Pino diciendo que puede que también a la prensa internacional le apliquen aranceles y entonces él no pueda regresar a trabajar, a vivir, a EEUU, llamando la atención con un caso concreto ya que, a veces, necesitamos conocer a las personas afectadas para comprender las dimensiones de los hechos.
Si tienen ocasión de escuchar el programa háganlo porque, después, han seguido hablando de otro de los asuntos del momento la IA china, jugando a preguntas y respuestas y comparándola con la norteamericana. Los casos han sido desternillantes, afirmando que las máquinas mienten, que quieren agradar, se inventan lo que desconocen...han quitado importancia a las respuestas y así también miedos y prevención ante los usos de esta extensa y extendida tecnología. Concluyen que hay que saber lo que preguntamos a las IA como al navegador del coche cuando le pedimos que nos lleve a Santiago, nosotros tenemos que saber que es el de Galicia y no el de Chile.
No hay comentarios:
Publicar un comentario