lunes, 3 de agosto de 2020

REYES

...QUE SE VA EL REY ¿Y QUÉ SE LLEVA?




Que dice El País que el Rey rompía amarras con su padre el 15 de marzo cuando le quitó la paga de 200.000 euros anuales de Fondos públicos y renunció, ficticiamente, a su herencia de las cuentas de su padre del extranjero. En fin, desde marzo, precisamente en el extranjero, están investigando al Emérito por blanqueo de capitales, corrupción, evasión de impuestos, paraísos fiscales y otros delitos financieros de multimillonarios que amasan dinero sin escrúpulos y lo esconde lejos de Hacienda, o sea lejos del Fisco, lejos de la Justicia.

Me pregunto si se puede romper amarras con la corrupción, la mentira, la hipocresía, la cobardía, la avaricia, la deslealtad, el disimulo, la educación continua en falsedad y egoísmo, desde la cuna.

La prensa española que no está tratando el asunto como lo merece debería arder ante la noticia de la carta que ha escrito el padre al hijo y la respuesta de este. Una burla más, un episodio nacional bochornoso y humillante para el pueblo español.

La Justicia, con la Fiscalía General a la cabeza, debería estar actuando ya, de oficio, nunca antes ha tenido la oportunidad de defender a al pueblo ante un villano como en este caso, este gravísimo caso justifica la existencia del papel de la Fiscalía.

El Gobierno, con la Constitución en la mano y la excepcionalidad del caso, tendría que reunirse de urgencia y tomar una decisión firme ante el comportamiento inmoral de los reyes españoles, de toda la Casa Real, cómplice y sabedora de todo y de todos los numerosos posibles delitos borbónicos.

Algún día todo esto saldrá en los libros de texto: había una vez un rey puesto por un dictador que se dedicó a amasar dinero y esconderlo fingiendo ser demócrata e invistiendo a su propio hijo de heredero a la corona según una Constitución de tiempos convulsos. Un día huyó dejando una suma importante de dinero sin ingresar en las arcas de su país y ...

Los puntos suspensivos dependen de (según qué escribamos aquí el país será decente, justo y democrático o inmoral, corrupto y antidemocrático) lo que hagan los poderes basados en el pueblo, así que es el pueblo quien tendría que tomar la iniciativa si sus instituciones hicieran dejación de funciones, cosa que llevan haciendo, al menos, desde marzo.

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