sábado, 15 de agosto de 2020

TEST RÁPIDO COVID19 DELSERVICIO DE SALUD LABORAL
SESCAM ÁREA CUENCA



He vuelto a ver a algunos de mis compañeros y compañeras del instituto. No las había visto en persona desde marzo. Nos hemos alegrado y preguntado por la salud y la familia e inmediatamente hemos empezado a hablar del próximo curso que empieza en 15 días para nosotros y en 25 para el alumnado.

Damos negativo en las pruebas de determinación de Anticuerpos frente a COVID 19 así que el profesional sanitario nos recomienda que nos cuidemos.

Mientras esperamos repasamos las instalaciones que sabemos de memoria de nuestro centro, cada rincón, departamento, aula. Los espacios que podrían ser clases, las dificultades de mantener distancias, la incomodidad de la mascarilla...hablamos procurando estar separados pero no oímos bien y nos acercamos un poquito mientras nos colocamos bien la mascarilla escurridiza que no se tiene en la nariz ni apretando la varilla metálica de arriba.

Apenas hemos ido a ver a nuestros familiares que viven lejos. Apenas unos días al mar o en la montaña. Apenas unos intereses que no sean el trabajo. Apenas unas lecturas que no sean para clase. Apenas ha pasado el tiempo y ya es casi septiembre.

Sin desconectar, sin descansar, sin recuperarnos del todo ya estamos dispuestas, dispuestos, para lo que haga falta, mascarilla puesta, manos lavadas. Ninguna formación adicional, ninguna reducción de ratio por aula, ningún aumento en la plantilla, ninguna novedad curricular ni instrucción sobre evaluación, recuperación, promoción o titulación ante el nuevo escenario. Nada de nada. Enseñaremos como podamos y el alumnado aprenderá como pueda. Quien pueda.

Supongo que algunas familias, este verano, habrán tomado medidas para el curso de sus hijos e hijas. Algunas habrán invertido en ordenadores, en academias, profesorado particular, contactos, y móviles.

Supongo que muchas otras no.

¿Se habrá reunido la Administración con las Asociaciones de madres y padres?

Cerramos a tiempo en marzo, en nuestra gota de sangre no hay datos que sugieran que hayamos tenido contacto con el virus, dice el Servicio de Prevención de Riesgos Laborales a 14 de agosto de 2020. Hemos hecho bien el confinamiento y la desescalada. No sé si me volverán a sacar más gotas antes de empezar el curso, ni durante.

¿Cuidarnos significa que no contactemos con nadie de aquí al 9 de septiembre cuando recibamos a nuestro alumnado de siempre: diverso y numeroso?

Verano extraño en todos los sentidos. Para los docentes lo raro empezó a las puertas de la primavera y ha continuado sin novedades, por lo tanto, después de seis meses ya no es tan extraño, tan raro, solo se ha vuelto un poco diferente por lo de las mascarillas y el hidro-alcohol, pero nada más. No hemos recibido formación en nuevas tecnologías, no hemos reducido el temario a lo esencial, no tendremos menos alumnos por aula, no trabajaremos en espacios seguros, no reduciremos las horas lectivas, no podremos conciliar nuestro trabajo con nuestra vida familiar, no mejorará nuestra salud ocular ni nuestra espalda ni nuestro hogar será un hogar sin espacios de trabajo veinticuatro horas, ni nuestro móvil será nuestro. Las notas o resultados volverán a ser ficciones y los agravios comparativos mostrarán las injusticias y la mala suerte como factores claves en la educación pública.

Marzo, abril y junio de 2020 están llamando en septiembre, octubre y noviembre. Ahora sí que se parecerá la primavera al otoño y al invierno y no será por el cambio climático.




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