360. JUEGO DE DESTINOS

 360. JUEGO DE DESTINOS

Fernando Meirelles, 2013

Me parece un formato ideal para el verano. Varias historias que se cruzan, personajes viajeros, aeropuertos, hoteles y paseos por Viena en coche. Solo falta el argumento central, pero no existe como tal al ser varias historias que se cruzan. En esto consiste el meollo de la película, y el director lo resuelve bien porque los cruces son originales y a tiempo.

Las pasiones más viles se mezclan con las más humanas, el dinero y el sexo, la familia y la amistad. A veces esa pasión está condenada, reprimida, disimulada o incluso escondida, y otras veces se le da rienda suelta, para compensar. Las historias duras tienen intriga y riesgos y las comunes tienen dilemas morales, así que el entretenimiento está garantizado. Prohibido ponerla en la siesta porque no dormirás.

El elenco garantiza la calidad y como es coral te quedas con ganas de más de cada personaje...como un buen verano se queda corto. Aquí las hipótesis sobre lo que no aparece pueden variar según quien la vea, de hecho es bastante abierta al cerrar las distintas historias perfectamente protagonizadas y dobladas al castellano (hay actores de muchos países).

Dura dos horas necesarias para desarrollar el juego y así entender mejor la trama. Hay mucho primer plano porque los aspectos psicológicos no se explicitan de otro modo que con los gestos de las expresiones del rostro, ya sean deseos, fe, dudas, desafíos, sumisión, traición, arrepentimiento, desconfianza o inseguridad. Además hay contextos muy diferentes que requieren versatilidad en los personajes, han de ser un tanto camaleónicos y capear el temporal del mejor modo posible, a veces hay sorpresas entre las posibilidades y no siempre gratas.

La música seduce, inquieta, relaja y llama la atención en según qué escenas para poner orden en el mensaje y que se perciba mejor la idea de lo que se ve con el sonido adecuado.