SALUD

 SALUD

Hay que celebrar que la SALUD sea el centro del debate político. Nada hay más importante en la vida, por tanto, también en la vida social, que tener salud. 

Hoy se habla de salud sexual, reproductiva, menstrual...da igual el adjetivo que acompañe al sustantivo, se trata ni más ni menos de salud. La salud de la mujer que, también, es la salud del hombre, sobre todo en aquellos casos en los que mantengan relaciones sexuales.

Como sucede con otras circunstancias (pobreza energética es sencillamente pobreza), adjetivar supone incidir y aquí se trata de dar importancia a la integridad personal de las mujeres para la cual la regla, la maternidad y la sexualidad son parte fundamental. El cuerpo no se separa de la mente, no tenemos más que comprobar cómo ascienden los casos de personas con trastornos psíquicos relacionados con sus cuerpos. Es cuestión de salud ser respetada, en las relaciones sexuales, en las decisiones corporales y vitales, así como en los períodos de menstruación que son biológicos y psíquicos.

Violencia y salud son incompatibles, en todos los ámbitos a los que se puedan aplicar, ya sea una pareja o un trabajo, un grupo o una comunidad. Así que legislar en favor de la salud supone necesariamente hacerlo en contra de cualquier expresión de violencia y abuso, porque obedecer contra la propia voluntad es imposición, es violencia.

Nadie entiende que se antepongan creencias, ideologías y costumbres machistas a la salud, cualquier debate al respecto solo persigue hacer daño, confundir y seguir menospreciando a las mujeres. No caigamos en debates estériles que generan odios y cuidemos la salud total.

Ojalá no tarde mucho en implementarse la nueva ley y las mujeres de toda España podamos tener salud en las mismas condiciones. Falta hace, la IGUALDAD también es SALUD.