ALTA VELOCIDAD...

 ALTA VELOCIDAD, BAJA VISIBILIDAD

Hace unos días veíamos en la prensa titulares como este Castilla-La Mancha liderará el centro de ensayos de la nueva alta velocidad, con trenes a 1.200 kilómetros por hora. DIARIO.ES, llamando la atención a quienes vivimos en Cuenca porque somos consciente de que el único ensayo que se ha practicado con la ciudadanía de aquí ha sido la incomunicación, la exclusión, la despoblación, la desigualdad y la práctica de una política pública que no atiende a nuestros intereses porque prefiere especular con el terreno.

El abandono es lo más ensayado por las administraciones responsables con las y los conquenses. Constantemente olvidados como usuarios dignos de las comunicaciones dignas interterritoriales. Jamás piensan en las personas de nuestra ciudad y provincia que necesitan desplazarse de manera económica y sostenible, mayores, jóvenes, cualquiera que deba ir a Cuenca a trabajar, a estudiar o por motivos de salud, económicos, comerciales, culturales, deportivos o de ocio debe pagarlo caro ya que tiene que coger coche o autobús contaminantes o no satisfacer sus necesidades, en ocasiones urgentes.

Llevamos siendo el centro de ensayos de las despoblación desde hace tanto que la mayoría no tiene ánimo ni de protestar, ni de ejercer sus derechos democráticos más elementales porque la decepción acumulada hace mella y la clase política responsable lo sabe, por lo que se aprovecha una y otra vez hasta que han conseguido el mayor y peor ensayo posible: dejarnos sin tren regional, sin estación en la ciudad.

Y es que a alta velocidad no se puede apreciar bien nada, la baja visibilidad de la vida cotidiana es inevitable. Nos quitan infraestructuras anticuadas por no renovarlas y mejorarlas eliminando servicios básicos y lo presentan como una actuación moderna. Tal vez por ir a 1.200 k/h, quién sabe a la velocidad que van las neuronas del alcalde, del presidente de la diputación, del de la región y de la ministra de transporte, puede que ya hayan ensayado tal velocidad en sus cerebros y el resultado sea eliminar un medio de transporte ecológico y social diciendo que se adecua a la estrategia europea sobre ecología y despoblación.

No necesitamos más ensayos frustrados sobre el estilo de vida presente y futuro que solo nos ha traído desafectación por la clase política y retrocesos en las comunicaciones territoriales. La alta velocidad no resuelve todos las necesidades de movilidad, supone un elevado coste a las arcas públicas y abandono de numerosas poblaciones conquenses, incluida la capital que si quiere ver un tren tiene que coger primero un coche y desplazarse a cinco kilómetros dirección el vertedero, si quisiéramos coger uno tendría que ser pagando mucho y con destino a otras capitales nunca a nuestros pueblos.

Adiós a nuevas Facultadas de la Universidad de CLM y otro estudios, adiós a nuevas oportunidades sanitarias, laborales o turísticas a menos que se contamine y se invierta mucho dinero. Adiós a la calidad de vida en pleno siglo XXI.