TARADA
Carolina Sarmiento, Pez de plata, 2021
De rápida y placentera lectura, la trama en primera persona cuenta la vida de la protagonista, durante unas semanas, desde momentos clave de su infancia hasta el presente como escritora.
Importa la relación con todos y cada uno de los personajes secundarios porque introducen experiencias condicionantes y definitivas para el transcurso de esa especie de viaje, mental y material, que transforma a la protagonista. Son una camarera, tres niños, un perro, el bibliotecario, un amante, su abuelo, una compañera de curro y un inquilino.
Los lugares también contribuyen a perfilar la vida contada, los naturales y los urbanos, laborables, domicilio de acogida, hotel, incluso un coche. Por supuesto, están presentes todo el rato los recuerdos y las fantasías, el pasado y las posibilidades futuras, creando una continuidad mental muy personal y original, que engancha porque atraviesa el cuerpo mientras sucede, dejando huellas.
El título de la obra aparece en contextos diferentes, con significados también distintos, y es que las palabras sueltas son muy importantes, especialmente las cortas que contienen la vocal o repetida. El sonido, más allá del significado, tiene fuerza y estimula las neuronas que se ponen a buscar palabras parecidas o que pudieran encajar en la serie que se empieza a crear en un capítulo y reaparece al final.
Una joven escritora cuya primera novela tiene mucho éxito, con una vida desconocida primero y enigmática después puebla y repuebla su probable segunda novela, esta vez sin referentes que no sean ella misma, sus experiencias, sus decisiones.
Tarada y loco no son lo mismo pero se parecen.
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