TREN DE TORMENTAS
(hemos ideologizado hasta el clima)
...entre otras cosas, necesitamos entender cómo y por qué suceden las cosas que nos afectan.
A pesar de las advertencias continuadas de la ciencia, en todas sus especialidades, hemos subido la temperatura del planeta incluyendo la del mar, así que una consecuencia lógica es la generación de trenes convectivos o tormentas mortales como las de esta semana, sobre todo, en la comunidad valenciana por estar más cerca del Mediterráneo.
Teníamos muchas anteriores experiencias de otros hechos catastróficos por desoír a la ciencia.
Pero ¿quién la desoye como para que tengamos consecuencias tan devastadoras como la dana valenciana? En los colegios, institutos y universidades se enseña ciencia, lo que sabemos tras las investigaciones que contrastan y difunden personas expertas, lo que podemos asimilar en la cultura popular de lo que nos trasladan, a nuestro nivel de comprensión, quienes están investigando y tienen autoridad en su campo de conocimiento. Un ejemplo de cómo obtenemos la información meteorológica la ciudadanía de a pie son los espacios de los telediarios destinados a el tiempo. Al menos en la televisión pública, quienes nos muestran los mapas son científicas y científicos que se esfuerzan en hacernos comprender fenómenos físicos cuyo lenguaje técnico no controlamos, pero lo consiguen con ejemplos, con imágenes, con mucho sentido común y profesionalidad.
Entonces, (nos advierten de los riesgos, de los peligros, de la gravedad de lo que se avecina, siempre están dándonos previsiones) ¿por qué no se les tiene en cuenta? Hoy hemos ideologizado hasta el clima, las mentiras que rodean la información son tantas y de tal magnitud que podría parecer que los dirigentes políticos valencianos por anteponer sus intereses económicos, o sea políticos, despreciaron a la ciencia y no alertaron a tiempo a su población.
Por favor, un poco de seriedad, porque estamos hablando de vida o muerte, como hace tan solo unos años con la pandemia. Ciertas posiciones políticas cuestan vidas.
Ante el volcán de La Palma y su gestión científica tenemos que aprender a valorar los tiempos de la información y también de la atención a los afectados. Ningún fallecido, eso sí muchas, todavía, pérdidas económicas.
Me gustaría escuchar a las empresas y su patriotismo, cómo defienden a España aportando millones de euros de sus infinitas ganancias para restablecer cuanto antes un poco de normalidad en las zonas afectadas por estos trenes convectivos. Por cierto, curiosa metáfora climática, son los trenes precisamente los que más trastornos están generando entre Madrid y Valencia, aunque no solo en esta línea, en los últimos años.
La rabia e impotencia de la ciudadanía va creciendo ante las noticias sobre las personas fallecidas, desaparecidas, hospitalizadas, derrumbadas y asoladas como sus casas y negocios, como sus vidas...pero también al saber cómo se podría haber gestionado el conocimiento científico y no se hizo, cómo las políticas de recortes de servicios públicos se ejercieron a bombo y platillo sin rubor alguno, cómo la capacidad de previsión y aprendizaje por experiencia no ha tenido éxito ante las ideologías negacionistas y antidemocráticas.
Vienen meses, quizá años, de aprendizaje, no solo científico. Espero que al menos se asuman responsabilidades esta vez.
Infinitas gracias a las personas solidarias. Otra vez el pueblo español, dando lo mejor de sí mismo cuando toca, ejemplo de generosidad y cordura. Ojalá inspiren a las instituciones y administraciones, de todos los niveles nacionales e internacionales, para ponerse la botas de agua y entrar en el barrizal dispuestos a todo.
Impecable análisis de la tragedia que tenemos encima. Se anteponen intereses económicos (privatizaciones de todo tipo) a los intereses públicos y sociales: para qué invertir e seguridad,en sanidad, en medios de intervención rápidos....
ResponderEliminarComo siempre, despreciamos la ciencia...y seguimos los miserables ejemplos de famosillos y listillos que nos cuentan que la tierra es plana, por ejemplo.
No aprendemos de nuestros errores....
Cuando pase el tiempo, fríamente, podremos aclarar muchas cosas pero estar en contra del conocimiento y de la ética debería estar sancionado de algún modo, sobre todo si quien así se posiciona tiene responsabilidades políticas.
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