ENTRE LOS DOS
Mark Noonan, 2015
El cine social irlandés suele ser crudo por enseñarse sin maquillajes, a palo seco, sin disimulos. Un drama familiar con los ingredientes de la infancia y la cárcel que marcan el contexto por el que se intentan mover los protagonistas para poder llevar una vida como la de los demás, eso sí, en una caravana en un camping de caravanas donde la gente tiene sus vidas, sus trabajos, sus hijos, sus relaciones y sus desencuentros. El humor amortigua bien la gravedad de las cosas...
Ver por un rato un tipo de realidad que no solemos ver, ni mucho menos conocer a alguien que la viva, pues en nuestra cultura los camping son para el veraneo y las caravanas para viajar, y no precisamente gente sin recursos o en trámites de servicios sociales, supone abrir nuestra perspectiva sobre modos y posibilidades de vida diferentes a nuestros convenciones estilos españoles.
Los protagonistas son ideales para representar la trama tan esquemática, tan austera y sencilla. Conviene verla sin doblar aunque en el doblaje han acertado, mantienen el tono minimalista.
El caso es que el telón de fondo es violencia de género, amor incondicional y la responsabilidad que la sociedad permite en casos de orfandad. Se va rellenando con una amistad encontrada por casualidad y poco más. Las pistas para entender lo que pasa son muy sutiles, apenas se dicen y mucho menos se muestran, una foto, un objeto y un chiste.
Las emociones salen solas y la indignación por la práctica de una Justicia de reinserción fría, impersonal y burocrática aflora fácilmente. Como no podía ser de otro modo los paisajes acompañan perfectamente formando parte imprescindible de las escenas. Además dura poco más de una hora para seguir con el espíritu de la parquedad y lo breve si bueno dos veces bueno.
Hay otros mundos, pero están en este que diría Paul Éluard.
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