domingo, 24 de julio de 2022

O VELLO CÁRCERE, LUGO

O VELLO CÁRCERE, LUGO


Impresiona mucho este panóptico carcelario de finales del siglo XIX, en uso principal como cárcel mixta hasta entrados los años ochenta del siglo XX. La rehabilitación permite hacerse una idea fiel del día a día del edificio, las funciones y tareas de sus habitantes y las condiciones cambiantes a lo largo del tiempo. Hay una sala dedicada a la Memoria Histórica, por supuesto democrática, con cartas y fotos de presas y presos del franquismo que emociona a cualquiera. Los datos rigurosos, proporcionados por centros de investigación actuales, aportan el conocimiento necesario para hacerse una idea de nuestra reciente historia dictatorial.

Las encargadas de enseñar el edificio explican con mucha claridad su cronología hasta la actualidad y los usos que hoy tiene, todos culturales, desde conciertos, presentaciones de libros, exposiciones, charlas, cursos, además de disponer de una biblioteca permanente en lo que fuera la zona administrativa de la cárcel. Cuentan estas guías que el octógono de madera que está en el suelo marca el lugar, igualmente octogonal, de la torre en la que estaba el vigilante permanentemente, sin ser visto y viéndolo todo conformando una atmósfera de Gran Hermano que intimidaba las veinticuatro horas diarias, día tras día, mientras durara la condena.

Enseguida piensas, si has vita la película, en ARIAFERMA (la lechuza en diciembre: Resultados de la búsqueda de ARIAFERMA) una película italiana de 2021 cuya trama transcurre en una cárcel panóptico del siglo XIX, el lugar no puede ser más parecido y rápidamente imaginas a las personas entre esas paredes circulares, a presos y funcionarios, pero también a curas y mujeres tras las celosías de la pared recta que rompe el círculo para que ellas pudieran asistir a las misas obligatorias en tiempos franquista. 



Prácticamente todas las celdas están abiertas. Ahora contienen pintura de diferentes autores y colectivos, vídeos y muestra de trabajos artísticos diversos. Pero cada puerta tiene su ventanuco y su cerrojo...

Se aprende más historia y presente de España visitando estos edificios que un toda la educación secundaria obligatoria. Supongo que el alumnado de Lugo y alrededores lo visitará con frecuencia, o al menos una vez a lo largo de dicha etapa educativa. Las administraciones políticas han hecho un gran esfuerzo en rehabilitar esta vieja cárcel lucense y la población ha de aprovechar el resultado, es público así que es gratis y de calidad, en sentido amplio de la palabra.

Lugo tiene una muralla extraordinaria, iglesias y monasterios dentro de gran valor artístico y religioso, parques maravilloso y puentes romanos sobre el Miño, y además este edificio también histórico que enseña más allá de las fronteras de Lugo.

Es obligatorio visitarla por muchos motivos. 

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