jueves, 14 de mayo de 2020

ALUMNADO RESPONSABLE (XI)





A punto de realizar las últimas actividades de cara a la última evaluación, siguen ahí, enviando por correo sus ejercicios que, en ocasiones, proceden de academias, de hermanos mayores u otros familiares. Ha dado tiempo a inventar todo un sistema de manipulación escolar, de picaresca en versiones diferentes para copiar en los exámenes, en los trabajos, en los ejercicios...incluso se ha hecho negocio. Las academias no dan abasto!!!

El profesorado tenemos que confeccionar actividades adecuadas y evaluar las respuestas, las realicen nuestro alumnado o no, así que aquí estamos, corrigiendo a familiares, expertos, academias, rincones de internet...ponemos notas a todo y a todos. Evolucionamos por naturaleza, nos adaptamos al medio por extraño que este sea, ahora somos profesionales de la enseñanza y detectives a distancia!!!

Conseguir objetivos y competencias en época de confinamiento nunca se nos enseñó a los docentes, así que improvisamos lo mejor que podemos y la administración nos pide realizar informes de todo y para todo, por supuesto para todos también. Nuestro horario laboral crece y crece, al ritmo que nuestras dioptrías y facturas de internet, nuestro estrés y aislamiento personal.

La confianza es la base social más importante para que algo se realice bien entre personas. Si no confiamos unos en otros, unas en otras, si no nos creemos que hacemos las cosas porque hay razones probadas para ello, estas se harán mal, incluso no se harán.

Somos animales sociales, aprendemos por imitación. Las trampas se aprenden, nadie nace siendo un tramposo ni nadie nace sabiendo confiar. El sistema educativo, como todos los sistemas sociales, se basa en la confianza de todos los agentes que intervienen en él. Confiamos en que la profe sabe lengua o mates y en que el alumnado entrega SU tarea.

Nuestro alumnado empezó bien pero está contagiándose de esa falta de respeto que ven al cumplimiento de las normas gubernamentales ante la situación de pandemia. Mucha gente está quitando importancia al estado de alarma y desoye las instrucciones mínimas para salir, juntarse, comprar, viajar o desprotegerse en cuanto a mascarillas y lavado de manos.

Si hacemos trampas y nos saltamos las normas de autoprotección ¿por qué los estudiantes van a realizar sus tareas sin saltarse las normas?

Si somos madres y padres que permitimos que nuestras hijos/as copien, haciendo nosotros el trabajo o pagando a una experta/o para que trabaje por ellos, si alentamos su ingenio por conseguir las respuestas donde y como sea, estamos haciendo trampas y provocando un estado de desconfianza con consecuencias incalculables para la sociedad.

No todo vale. El virus no debe servir para ser tramposos, si rompemos las reglas de juego se impide el juego!!!







No hay comentarios:

Publicar un comentario