viernes, 22 de mayo de 2020

FILOSOFÍA SÍ, FI LO SO FÍ A!



Prácticamente a diario aparecen en los medios de comunicación de masas, en programas de entrevistas, profesoras y profesores de FILOSOFÍA, generalmente universitarios, para hablar de la situación actual provocada por la pandemia del coronavirus.

Se les pregunta todo lo que no se les pregunta a otros especialistas ya sean del ámbito de la salud, de la economía o de la política. Se supone que pueden responder a aquellas cuestiones más generales que preocupan a las personas siempre y con la crisis se hacen más acuciantes.

Parece que un profesional de la medicina puede responder sobre salud, uno de la economía sobre el dinero y un de la política sobre decretos, pero para responder sobre las relaciones entre la salud el dinero y los decretos parece que no hay nadie más que alguien formado en FILOSOFÍA porque está acostumbrado a analizar factores globales buscando explicaciones racionales que se traduzcan en decisiones para vivir mejor.

La perspectiva ética es lo que caracteriza a los estudios de filosofía.

Son muchos los textos y los documentales que explican y nos explican el estado de las cosas, incluida la actualidad, siempre con sus sesgos inevitables pero con su grado de validez suficiente. Pero el ingrediente filosófico de la crítica, la sospecha, la duda, es el que ninguna otra disciplina acostumbra a contemplar entre sus métodos y conclusiones de trabajo. Deleuze hablaba de "desmixtificar" como la empresa propia de la filosofía. Tal vez por esto, en tiempos de incertidumbre se valora esta materia antigua, y despreciada por inútil en otro en otras circunstancias, como apropiada para esclarecer el momento, para alumbrar un poco la salida de la caverna.

Sobre todo en la radio y en la prensa digital en donde más proliferan estos especialistas en el saber, que es como no estar especializado en nada porque, exceptuando la creencia y la opinión, todo es saber, parafraseando a Kant. Aunque probablemente sea que la mayoría tome como saber precisamente la creencia y la opinión y estando en este error no se sea útil en estos momentos inciertos.

El caso es que para entender necesitamos relacionar. Ningún fenómeno existe aislado, mucho menos una pandemia. Atender a la cultura con rigor, examinarla minuciosamente, contextualizar sus hechos, es tarea filosófica que supone alimentarse de ciertos conocimientos como la historia, la ciencia, el derecho, la psicología, la medicina, la ecología, el arte...

Un factor clave que rodea la importancia y oportunismo de la filosofía hoy es el tiempo. Para estudiar filosofía se necesita tiempo, calidad frene a cantidad y calma frente a precipitación.

Los cortos plazos que predominan en todo el mundo en todos los aspectos no son compatibles con  decisiones sabias, convenientes, favorables, beneficiosas para la humanidad, para la vida.

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