sábado, 2 de mayo de 2020

AUNTÉNTICO PLACER



Madrugar para caminar. Y tomar constancia de la igualdad con los demás.

Vestirse con vaqueros y zapatillas, botellita de agua en la mano y gafas de sol. Todo un ritual olvidado y excitante por si se olvidaba algo...ah, las llaves!!

Resulta extraño ver gente por la calle, sola, como mucho en pareja, y más extraño que no llevan mascarilla. Tengo interiorizado ya que en la calle debemos usar mascarilla que al ver a personas sin ella he sentido miedo y ofensa a partes iguales...bueno solo al principio, luego he pensado que somos responsables, así que he supuesto que somos libres de hacerlo, que si no nos la ponemos es porque no es tan necesario. ¿Puede ser un error? puede, igual que tantos otros que cometemos a diario.

Después me he concentrado en le paseo y todo ha cambiado en mi cabeza. He empezado a sentir el aire, los olores, he tocado las hojas verdes maleables, tiernas, recientes, brillantes, de todos los tamaños y tonos. He escuchado a los mirlos y los he visto cerca, muy cerca. He visto el agua correr en cascada y más lenta en llano, verde como la vegetación que alimenta el río Júcar en sus orillas. Apenas he hablado con mi conviviente por respeto al medio y por saborearlo plenamente.

He tenido que comprobar que la suciedad de la riada de diciembre aún se nota. Parece que los trabajos que se empezaron se han puesto en cuarentas también. Las tormentas acontecidas durante el confinamiento total han dejado huella en árboles caídos y ramas enormes cruzando el río y partes del camino.

Adquirimos nuevas normas y las acatamos sin problemas, con las excepciones que implica ser muchas y muy variadas.

Aceptamos las clasificaciones, los grupos, las clases para hacer turnos, para ocupar espacios con tal de cuidarnos. De pronto pertenecemos a ciertos colectivos a los que jamás hubiéramos pensado pertenecer y nos cuesta asumir las semejanzas, las igualdades con los demás. Somos tan parecidos que estamos en el mismo sitio a la misma hora...

1 comentario:

  1. Nos tendremos que acostumbrar a esta nueva realidad, que distará mucho de la normalidad. Aceptaremos nuestra pertenencia a colectivos con los que antes no nos identificabamos, así será, no queremos enfermar, y menos morir a destiempo. Pero también recuperaremos la capacidad de emocionarnos ante un bello escenario de naturaleza exultante. Descubriremos nuevamente el placer de descubrir cada olor, cada color, cada matiz.... Será como abordar un nuevo montaje teatral... Nos llenará de emociones que habíamos olvidado, o como poco, aparcado.

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