GUÍA DE HOTELES CON DIGNIDAD LABORAL

 LAS KELLYS UNIÓN

Las que li(mpian hoteles)s

Llevan más de cinco años organizándose por toda España porque la precariedad laboral es infinita en el caso de las camareras de piso de los hoteles. La desigualdad se ha normalizado tanto que resulta difícil percibirla de lo cómoda que está con el entorno de las costumbres y tradiciones de nuestra cultura.

Las mujeres que hacen las habitaciones de los hoteles están muy por debajo de tener unas condiciones dignas, sobre todo si pertenecen a empresas externas al propio hotel para el que trabajan. Sus demandas justas pasan por horarios, sueldos, reconocimientos de enfermedades laborales y hasta diferenciar aquellos establecimientos que respetan los derechos y los que no.

En la película Green Book aparecía una Norteamérica racista en la que había un cuaderno verde que contenía el nombre de los hoteles que admitían a personas negras. Una auténtica vergüenza!! Lo que proponen las Kellys es algo parecido para avergonzar a los hoteles que no cumplen con la legislación laboral respecto a las camareras de piso, de hecho, entre sus reivindicaciones exigen que haya más inspecciones de trabajo. En el caso de la película el estado lo permitía y es tremendo que en el caso de las Kellys hoy en día también. Es uno de esos caso flagrantes de machismo como la película lo era de racismo. 

A partir de ahora, cuando busquemos hoteles a los que ir deberíamos tener esto en cuenta. Serán buenos o no lo serán si forman parte de la guía en la que aparecen establecimientos hoteleros que garantizan un trabajo digno a sus trabajadoras y trabajadores. Este factor ha de ser sinónimo de calidad, de seguridad, de estrellas. Esto será un buen síntoma de actualidad democrática.

Algunos territorios españoles están pensando crear una central de reservas de hoteles propia con un sello de calidad de Trabajo Justo, al estilo del ya existente Comercio Justo garantizando que la mano de obra no es explotada y se respetan los convenios y leyes laborales de acuerdo con los derechos de los trabajadores y trabajadoras. Igual que hay logos de hoteles con encanto y otras cualidades diferenciadoras debe haber ese sello que prestigie a los hoteles.

Sin ser originales, este colectivo de mujeres necesita visibilidad a todos los niveles para conseguir un trabajo digno, aunque sea en pleno siglo XXI. De hecho han estado en el Parlamento Europeo, junto a asociaciones francesas e inglesas, para que su voz se oiga sin mediaciones ni interferencias.

Son un ejemplo de lucha y nos muestran que no es oro todo lo que reluce en los hoteles a los que vamos.