PARADOJAS ADMINISTRATIVAS QUE GENERAN POBREZA
Parece un mal sueño. Las ayudas sociales supuestamente sirven para paliar las desigualdades y la pobreza, son parte de la llamada justicia social que salva a las personas de vivir indignamente. Sin embargo, la falta de personal y de sensibilidad por parte de la administración está dando como resultado que sus intervenciones supongan todo lo contrario de estos necesarios objetivos. Tener un grado del 33% de discapacidad te excluye de ciertos planes de empleo, en ocasiones los únicos que oferta tu ayuntamiento, aunque hayas demostrado que puedes realizar las tareas que en él se especifican.
El centro base de discapacidad de las capitales de Castilla La Mancha, usando exclusivamente criterios administrativos, excluye o incluye a aspirantes de los planes de empleo de los ayuntamientos. No revisa los casos, no pregunta por las tareas a realizar, funciona como una algoritmo que asocia datos sin más y establece una tabla numérica de resultados, soluciones matemáticas. Las personas de la administración son robots y los usuarios meros números.
Pero hay muchos números que tienen que comer, atender a sus familias, pagar los recibos de la casa, dormir por las noches y convivir en paz con familiares y vecinos. Agua, aire, alimento, abrigo y afecto, "las cinco a" que diría el médico colombiano Héctor Abad Gómez, conocido en la novela y película El olvido que seremos. Lo decía en una situación en la que en Colombia, años setenta, millones de personas vivían en la miseria y la sanidad no atendía más que urgencias suponiendo un deterioro de la vida brutal, que ocasionaba, entre otras cosas, más enfermedades evitables y pobreza cronificada.
Me temo que en materia social, en algunas regiones españolas como la catellanomanchega, estamos en situación de precariedad como para que las exigencias racionales de un médico colombiano de hace cincuenta años, se tengan que exigir.
Si los recortes en sanidad matan los de servicios sociales abocan a la pobreza de todo tipo. Las muertes y la pobreza por falta de recursos humanos se pueden evitar y se deben evitar. Hacen falta médicos que valoren las situaciones concretas de los aspirantes. Hacen falta técnicos de empleo que asesoren convenientemente a las personas solicitantes. Hace falta que la administración intervenga en este momento de crisis global porque las consecuencias se está n cronificando aquí también, como las enfermedades mentales, pobreza, soledad y abandono.
Más allá de los aciertos y los fallos concretos, injustos en los segundos casos, hay personas que están viviendo muy mal, que hacen que los demás vivan mal, y podría evitarse con un ajustado análisis de sus situación. No es justo que el criterio personal se haya sustituido por el administrativo al no haber personal suficiente que estudie cada caso y valore con conocimiento real.
En el momento de estudiar las necesidades de cara a los próximos presupuestos se han de destinar más recursos económicos a los servicios sociales en Castilla La Mancha. No es un capricho.
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