ESTÁ DE MODA EL ESTOICISMO...OTRA VEZ
Según Ferrater Mora esta filosofía, modo de vida y concepción del mundo es un constante histórica en Occidente. Surgió en el siglo III a.C en la Grecia Clásica y ha ido evolucionando, adaptándose a los tiempos tan variados y diversos, hasta las librerías actuales, aunque lo que se "usa" más es su propuesta ética y no tanto la lógica, la física, la retórica y la semiótica.
Tal vez lo que hoy pueda considerarse el nexo de encaje entre el siglo XXI occidental y el estoicismo sea la autogestión o autosuficiencia. Si bien para la escuela griega el ser humano debía vivir de acuerdo con la naturaleza o razón, aceptando el destino para aproximarse a la eudemonía o felicidad, hoy las personas que tienen recursos, de todo tipo, pueden obtener todo lo que necesitan para vivir bien por sí mismas. Sin embargo, no acabo de ver la resignación estoica, aceptar la existencia del mal en el mundo como desequilibrio perturbador, por parte de esta gente que se dice practicante del estoicismo en el presente, más bien, sus posibilidades le permiten no tener que renunciar a nada, y si tenemos de todo la resignación resulta inexistente.
La actitud ante la vida que proponía la escuela griega y después romana no era conformista sin más, como buena corriente filosófica ejercía la crítica social, es decir, negaba ciertos actos por irracionales en la política y proponía alternativas para que hubiera justicia. Esta parte no acabo de verla en el estoicismo actual, de moda en el ámbito cultural y personal occidental. Es la parte filosófica que se le extrae interesadamente, como en extracción de la piedra de la locura, El Bosco, se extirpa la enfermedad de la cabeza de manera ridícula y burlona.
A veces tomamos la parte por el todo y sucede que ni parte ni todo tenemos, más bien palabras que por algún motivo se repiten en los medios de comunicación por aquí y por allí. Aunque, siguiendo Ferrater Mora (Diccionario de Filosofía, pág.1038, tomo II, Alianza, 1998) "la persistencia de la actitud estoica en Occidente señala que es tal vez una de las raíces de su vida o, cuando menos, una de las actitudes últimas que el hombre occidental adopta cuando, aparecida la crisis, busca un camino para acomodarse a ella, un ideal provisional que tenga en lo posible la figura de una postura definitiva".
Entonces no hay duda, estamos en crisis, probablemente continua, sin ideales ni posturas firmes que orienten el presente de cara al futuro inmediato. En estos casos, parece que la humanidad suele hacer lo mismo, mirar atrás y buscar fórmulas útiles, ponerlas al día y usarlas como remedios eficaces.
Estamos ante un fenómeno filosófico que le funciona a muchas personas...tal vez la discusión racional aplicada a los ámbitos más perentorios de nuestra vida pueda ser un remedio para algunos males personales y sociales, se trata de practicar la filosofía bien entendida, porque mal entendida corre como la pólvora y se introduce en discursos de cuñadismos o de ministerios de educación.
En cualquier caso, la provisionalidad es lo más permanente en el ser humano, constante evolutiva, cualidad de adaptación continua, de éxito como especie, así que, cuando desde partidos políticos o religiones se lanzan mensajes absolutos sobre el bien y el mal (por simplificar) se exhibe un ejercicio inhumano como pocos, eso sí, adornado de todas las seguridades y garantías posibles, incluso te remiten a otro mundo...y picamos. ¿Será la insociable sociabilidad kantiana, el muero porque no muero teresiano, el olvido de la metáfora nietzscheano, la libertad como condena sartreana, etc.? Ahora sí, tal vez, podamos entender la moda del estoicismo...
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